Procesados seis mandos militares por quedarse con dinero para estudiantes
Los responsables de una residencia universitaria de Sevilla están acusados de desviar 300.000 euros destinados a comidas y recibir jamones como regalos
Los responsables del centro universitario recibieron regalos de los proveedores de alimentos, falsificaron cientos de albaranes, mintieron para recibir más fondos del Ministerio de Defensa y perjudicaron la Hacienda militar al no declarar ciertos ingresos, según el auto de procesamiento del pasado 29 de noviembre. El juez define la alianza entre civiles y militares como una “trama defraudatoria”.
“Los sucesivos jefes de alimentación y cocina, los administradores y directores, todos ellos de la residencia, en concierto con los administradores de las empresas proveedoras de alimentos Plataforma Femas SL, Acacio SL y Hermanos Rosso han causado un perjuicio a la Hacienda Militar que alcanza la suma de 299.602 euros”, detalla el auto.
Hace siete años esta residencia universitaria para hijos y nietos de militares de los tres ejércitos y de la Guardia Civil comenzó a reducir la calidad de los alimentos al mismo ritmo que se multiplicaban las quejas de los jóvenes universitarios. La carestía se impuso en el comedor. Para los que más se quejaron, la respuesta fue la expulsión. Pero esto no sirvió para acallar las protestas y después de una rebelión estudiantil en el verano de 2010 que culminó con más expulsiones, finalmente meses después el Ministerio de Defensa descabezó a la cúpula de la residencia y puso el caso en manos de la Justicia militar.
Ahora el juez ha procesado a los coroneles y directores de la residencia Francisco Muñoz, Sebastián Clavijo, los comandantes Antonio Palmero y José Maestre Romero, el capitán Manuel Ángel Martín, el subteniente Carlos Borromeo y los empresarios Fernando Marín y Manuel Rosso como cooperadores necesarios. El juez ha retirado los cargos contra los empresarios Manuel García y César María Rosso, por no haber elaborado los albaranes y facturas falsos.
“Pasábamos hambre y no es una manera de hablar. Llegabas al comedor, te daban dos patatas y media y cuando pedías más, te contestaban que no había dinero”, relató en su día el alumno de iniciales P. G. M. que declaró como testigo ante el juzgado. Las quejas se repetían pero como no había mejora, los alumnos optaron como alternativa por comprar comida en los supermercados y consumirla en las habitaciones. “Comimos arroz en mal estado, repetíamos menús… Hacíamos las cuentas y no cuadraban. El coronel Muñoz nos repetía que los medios son los que hay”, explica este estudiante. “Además de la comida, se resentía la limpieza porque de entrar todos los días en los cuartos pasaron a cada tres días y al final un día a la semana”, añade. A pesar de que la calidad de la comida descendió, la cuota mensual de los alumnos aumentaba. Hasta el punto de que subió 100 euros durante un solo año. El hospedaje y alimentación de los hijos de militares rondaba los 300 euros al mes, mientras que ahora la cuota ronda los 450 euros.
El juez explica el modus operandi de los mandos militares para recibir bajo cuerda jamones y botellas de whisky y ron mientras ofrecían pésimos menús a los alumnos, que consumieron carne en mal estado según sus testimonios. “El procedimiento empleado para la defraudación ha consistido básicamente en que los proveedores de alimentos procedían a la elaboración de albaranes de entrega de alimentos no suministrados. Alimentos que ni formaban parte de los menús, ni aparecían en las hojas de pedido, ni en las hojas de recepción y que sin embargo, eran refrendados”, subraya el juez.
Un “amplísimo, exhaustivo y riguroso” informe pericial de 1.600 folios realizado por un comandante interventor detalla cómo los proveedores de alimentos presentaban facturas por mercancías no suministradas, firmadas por los mandos procesados, cuyo importe cobraban luego del Ministerio de Defensa. A continuación, los proveedores “constituían un fondo, del que existe constancia documental (…) que cabe suponer era repartido por todos aquellos, civiles y militares, que participaban en la trama defraudatoria”. El engaño incluía las comunicaciones al ministerio sobre desayunos, almuerzos y cenas de todos los residentes (187) “para períodos (días en Navidad y Semana Santa) en los que se sabe que no se sirvieron comidas”.
Las irregularidades en los productos suministrados incluyeron cacao y palitos de cangrejo que debieron haber formado parte de los menús, pero que fueron excluidos de los contratos de suministro. Asímismo, productos básicos como el aceite se incluyeron para la contabilidad oficial como fuera de lote. Hoy los alumnos destacan la buena calidad del menú al recordar esos “días negros”.
COMENTARIOS
Este estado "democrático" tiene podrido hasta los cimientos.
siempre paso esto en los cuarteles , los que hicimos la mili lo sabemos
bien , pues dependiedo de los que estuvieran en cocina ese mes , se
comia mejor o peor , habia militares que se lo comian todo , otros se
conformaban con menos y nos daban mejor de comer, a esto señores que se
les mande a la carcel , y se les suspenda de empleo y sueldo , aunque no
creo que pase
antoniohComo veis hay mucho tema en el de las viviendas militares. Nos hablan
de abnegación y servicio a la patria (t en el caso de la tropa hasta
puede que sea cierto), pero los mandos....
En España robar 300.000 euros es " pecata minuta " Eso no es robar,
robar es lo que hacen los politicos, la familia real y los banqueros
con sus pensiones. Y nadie va a la carcel ni tiene que justificarse de
nada. Para eso esta la justicia, para esperar a que prescriban los
robos, que le pregunten a los del Gurtel y al Fabra de Castellon que de
eso y de loterias sabe mucho.
Es la institución más valorada... todavía. También lo era la monarquía
hasta ayer, y ya ve. Idem el CGPJ. En tiempos de Juan Pablo II, la
Iglesia entusiasmaba a muchos más. Luego se destapó la pedofilia... En
realidad sabemos muy poco del Ejército, esa es la verdad. Esperemos que
el enjuague sevillano sea solo un episodio, pero ya no ponndría la mano
en el fuego por ninguna sacra institución, y pena me da
La realidad es que esta todo podrido ...... en este país no existe la
justicia ..... recuerdo como Jesús Gil insultaba a los jueces en las
puerta de los juzgados ... miles y miles de denuncias por corrupción y
podemos contar con los dedos de una mano los que están presos ..... pero
si hasta la droga se roba en dependencias policiales ...si señores en
este país solo existe la justicia para los delincuente comunes.... pero
de muy poca monta ....
Tiene gracia la cosa; se les descuenta 2 céntimos y el resto corre a
cargo de los PGE; como si los ciudadanos fuéramos tontos y no supiéramos
bien como funcionan estas cosas. Si quieres otro día hablamos de
viviendas militares y a que precio se enajenaron en favor de sus
ocupantes.
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