a marca España
Lo de los informativos es un sin vivir. Martínez-Pujalte (diputado del PP) sobre el juez Castro: "Pienso que algunas de sus actuaciones están marcadas por el
protagonismo personal", en vez de tener el objetivo de "saber la verdad y
con prontitud", ha contestado en una entrevista en RNE cuando le han pedido que valorase la imputación de Cristina de Borbón.
Demagogia, definición: "manipulación deliberada para ganarse a alguien". Lo que está claro es que el demagogo Martínez-Pujalte no se ha ganado a su propia inteligencia. Es uno de los primeros pasos de las maniobras de acoso y derribo del juez. Segundo paso. El ministro de Asuntos Exteriores García Margallo sobre la citada imputación: "Esto causa una enorme preocupación. Cualquier español, no solo el Gobierno, tiene que estar preocupado por una cuestión que afecta a una institución tan importante como la Corona". El ministro añadió que "esto es malo para la marca España", lo curioso es que dijo lo que dijo y se quedó tan pancho. Ya tenemos un nuevo Einstein de la política.
Mire usted, señor ministro, cualquier español -salvo los que tienen sus patrióticos recursos en los paraísos fiscales, naturalmente- están preocupados por muchas más cosas, y más tangibles, que la posible imputación a una Infanta que se llevó crudo el 50% de las tropelías de su marido. Y no estaría de mas que el Gobierno compartiera esas mismas preocupaciones populares en lugar de mostrar su descarado servilismo ante la banca, la Iglesia, los registradores de la propiedad, y los defraudadores de Hacienda. La marca España, esa entelequia barata, está a estas alturas de la película a la altura del betún, y lo está por la incapacidad e incompetencia de una clase dirigente que no ve más allá de su billetera.
Demagogia, definición: "manipulación deliberada para ganarse a alguien". Lo que está claro es que el demagogo Martínez-Pujalte no se ha ganado a su propia inteligencia. Es uno de los primeros pasos de las maniobras de acoso y derribo del juez. Segundo paso. El ministro de Asuntos Exteriores García Margallo sobre la citada imputación: "Esto causa una enorme preocupación. Cualquier español, no solo el Gobierno, tiene que estar preocupado por una cuestión que afecta a una institución tan importante como la Corona". El ministro añadió que "esto es malo para la marca España", lo curioso es que dijo lo que dijo y se quedó tan pancho. Ya tenemos un nuevo Einstein de la política.
Mire usted, señor ministro, cualquier español -salvo los que tienen sus patrióticos recursos en los paraísos fiscales, naturalmente- están preocupados por muchas más cosas, y más tangibles, que la posible imputación a una Infanta que se llevó crudo el 50% de las tropelías de su marido. Y no estaría de mas que el Gobierno compartiera esas mismas preocupaciones populares en lugar de mostrar su descarado servilismo ante la banca, la Iglesia, los registradores de la propiedad, y los defraudadores de Hacienda. La marca España, esa entelequia barata, está a estas alturas de la película a la altura del betún, y lo está por la incapacidad e incompetencia de una clase dirigente que no ve más allá de su billetera.
Paso a paso, golpe a golpe, disfrutamos del peor ministro de Economía de
los 15 países comunitarios de importancia, del quinto peor ejecutivo
del mundo (el lince Rato), de una mente brillante como la de Montoro capaz de decretar una amnistía fiscal para chorizos
y manipular las cifras del déficit para que su señorito haga el
ridículo en el Congreso alardeando de lo que no es, de una banca que,
salvo escasísimas excepciones, está al borde de la quiebra, de una
ministra de Sanidad cuyo objetivo esencial es desmontar la sanidad
pública (titular de El País de hoy: "Todos los colegios médicos se unen contra los recortes del sistema de salud"),
de un ministro de Cultura que ha conseguido, o casi, acabar con la
misma con ese 21% de IVA, de un ministro de Medio Ambiente que ni va
cuando se incendia media comunidad valenciana ni aparece cuando media
Andalucía está inundada pero al que sí le preocupa la fecha de caducidad
de los yogures.
¿Y qué decir de esos preclaros presidentes autonómicos?
El uno, mintiendo descaradamente sobre su amistad con un
narcotraficante. La otra, cerrando y abriendo las urgencias médicas
nocturnas a golpe de decreto y contragolpe de sentencias, sin
prescindir, faltaría mas, de los 11 funcionarios que emplea diariamente
en su seguridad personal. Un tercero, pidiendo no se qué tonterías sobre
lo que se debe o no se debe publicar, haciéndolo en un programa tan
ecuánime y liberal como es el de Jiménez Losantos.
¿Y a usted, y al Gobierno, lo que les preocupa es la posible imputación de una Infanta o la marca España?
¿Y a usted, y al Gobierno, lo que les preocupa es la posible imputación de una Infanta o la marca España?
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FUENTE: http://blogs.elpais.com/tv-blog/2013/04/sin-titulo-4.html