Sampedro no escribió la carta a Rajoy
"Querido Señor Presidente: es usted un hijo de puta".
09 de abril de 2013. Emilio Ruiz Mateo
Qué: José Luis Sampedro no escribió "Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros"
Circula desde hace meses una supuesta carta de José Luis Sampedro a Mariano Rajoy titulada "Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros"
que es totalmente falsa. Por desgracia, empieza a hacerse habitual este
tipo de acción: alguien escribe o toma de otro autor un texto y se lo
atribuye a un tercero que, por su fama, posición ideológica y/o estilo,
podría creerse que es el autor de la misma. Lo hemos visto ya con el
supuesto Españoles, sois idiotas de Arturo Pérez-Reverte o el supuesto Madre hay una sola de Isabel Allende.
Lo cierto es que basta conocer bien la obra de cualquiera de estos
escritores para percatarse al momento de la mentira. La supuesta carta
de Sampedro es tan burda y ofensiva que, claro está, no salió de su
pluma.Así se informa con claridad en la página oficial de José Luis Sampedro en Clubcultura, resolviendo cualquier duda que pudiera surgir sobre el citado texto: El viernes 11 de mayo de 2012, en la página web Izquierda Digital, se publicó el artículo titulado "Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros", atribuyendo FALSAMENTE la autoría a José Luis Sampedro, dicen los responsable de la página web que por error y así consta en una aclaración posterior.
Lamentablemente a pesar de la corrección, el texto sigue circulando atribuido a José Luis Sampedro. Por esta razón, José Luis Sampedro desea desde su página web desmentirlo y manifestar su descontento.
Al mismo tiempo confía en que sus lectores y seguidores, conocedores de su estilo, no necesiten de esta nota para saber que él es cuidadoso con el estilo, el tono y el lenguaje sin sustituir argumentos por insultos.
Reproducimos a continuación el texto íntegro, falsamente atribuido a José Luis Sampedro, para despejar cualquier tipo de duda.
Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros
Se lo digo así, de entrada, porque
sé que nunca va a leerme, como nunca lee usted libros, ni nada más que
periódicos deportivos como usted mismo ha confirmado, jactándose, como
buen español de ser un ignorante. No se engañe, por eso lo han votado
tanta gente. Perdonen los demás el exabrupto, pero es que está
demostrado que somos lo que nuestros padres nos han educado, y si usted y
sus ministros son como son, es porque sus madres muy bien no lo han
hecho. A pesar de los colegios de pago, de pertenecer a la oligarquía de
épocas dictatoriales, etc.
Verá usted, señor presidente. Lo que más me
molesta no es que usted sea un bastardo malnacido, sino un ignorante, y
sobre todo un mentiroso. Se presentó a unas elecciones diciendo que no
haría cosas que ahora hace. Dijo hace tiempo que la posibilidad de una
amnistía fiscal le parecía injusta y absurda, y no ha tardado ni tres
meses en recurrir a esta medida de forma injusta y absurda, como señala
el diputado de IU Alberto Garzón al que usted y sus secuaces ningunean
como a cualquier otro que no sea seguidor suyo. Ésa es la democracia que
ustedes entienden, ignorar a los representantes de la ciudadanía que no
les afín. Usted dijo que la Sanidad y la Educación no se tocaban, y la
han tocado pero bien. A la banca nada, y eso que los grandes expertos en
economía señalan que, o le metemos mano a sus amigos de las finanzas, o
nos vamos a pique.
Le voy a explicar unas cuantas cosas dado que usted es un ignorante
que lee prensa deportiva en lugar de libros de historia, economía o
política. Durante los años 20 hubo gente que tuvo la genial idea de
crecer mucho, por encima de sus posibilidades como ahora tienen ustedes
tan de moda decirnos. Tanto que incluso a Churchill, para salir de la
situación de postguerra, se le ocurrió revalorizar la libra, lo que
trajo bajada de sueldos y aumento de las horas de trabajo. No sólo no se
creció por encima de lo esperado sino que destruyó la posibilidad de
crear un modelo sostenible de crecimiento basado en el consumo, lo que
permite terciarizar una economía y hacerla verdaderamente competitiva.
Eso es ser un país desarrollado y no ganar mundiales de fútbol. Cuando
llegó la crisis del 29 y la posterior recesión mundial en los 30, en un
país tan poco sospechoso de socialista, comunista o lo que ustedes
quieran, como EEUU, decidieron adoptar una cosa llamada New Deal, que
consistió, entre otras cosas, en subir los sueldos y bajar las horas de
trabajo. Como consecuencia, había más puestos de trabajo para cubrir
esas horas de menos, y los que salían de su trabajo lo invertían en
consumo, lo que reactivó la economía y permitió al país dar un
definitivo empujón hacia arriba para salir victorioso de una Guerra
Mundial que libró en tres continentes.
Por si usted no lo sabe, las medidas que está ejecutando han
conseguido lo contrario. Hablo en pasado porque tal vez no lo sepa, pero
no hay nada nuevo en los famosos “recortes”. Argentina, Chile, Polonia,
Rusia y así hasta un largo etc de países engrosan una horrible lista de
fracasos de las políticas neoliberales de Milton Friedman y el Consenso
de Washington que desde los 70 llevan intentando hacernos creer que
sumergir a un país en el shock económico es una salida a la crisis.
Jamás las medidas de la Escuela de Chicago han funcionado. Jamás un país
ha salido de la crisis de esa forma. Jamás una sociedad se ha
beneficiado de ello. Por el contrario, ha generado suicidios, deterioro
del Estado del Bienestar (que ustedes insisten en decir que se ha
terminado mientras vemos cómo crece y se desarrolla en otros países de
nuestro entorno) y ha destruido el futuro de numerosas generaciones.
Usted miente, señor Presidente, y es sumamente
peligroso. Porque el anterior era un inútil, pero usted es un pirómano
en mitad de un incendio. El otro creía vivir en el País de las
Maravillas y usted nos está sumiendo en el País de los Horrores. Toda
política fiscal que no se base en la generación de riqueza, toda medida
relativa al empresariado que no atienda prioritariamente a las empresas
que cotizan más del 60% de sus ganancias en forma de sueldos e impuestos
en España (y no Repsol, que solamente invierte un 20% y ahora la
defienden como española; hay empresas extranjeras que reparten más
beneficios al conjunto del país), todo lo que no sea alumbrar un futuro
basado en la investigación y no en el trabajo precario, es destruir el
futuro del país. A usted y sus secuaces se les llena la boca diciendo
que hay que fomentar el emprendedorismo, y en lugar de ello desarrollan
un plan basándose en los ideales especulativos de los dirigentes de la
CEOE cuyo historial de empresas arruinadas por la especulación de la que
ellos salen indemnes mientras el Estado se hace cargo de los parados
que dejan es absolutamente bochornosa. Eliminan de todo plan de
emprendedores la posibilidad del emprendedor social y generan únicamente
una nueva casta de tiburones amparados en una reforma laboral
neofeudal.
Ustedes se olvidan que los países desarrollados como EEUU,
Alemania, Francia, etc., invierten entre el 2′6 y el 3′4% del PIB en
I+D+I. España no sólo necesita un esfuerzo superior (en torno al 6%)
para ponerse a su altura sino que ustedes nos bajan la inversión del
1′3% al 0′9%. Para entendernos, usted que sólo lee sobre deportes, es la
diferencia entre inventar un coche, y fabricarlo. Quien lo inventa
tiene los beneficios de todos y cada uno de los coches que se venden.
Quien lo fabrica sólo de las unidades que salen de su fabrica. ¿Dónde se
inventan los coches? En Alemania, por citar un caso. ¿Dónde se
fabrican? En España, Polonia o Rumania. Es evidente de quiénes estamos
más cerca, pues. Al darle el hachazo que usted le ha dado a la
investigación nos condena a ser un país de camareros, portaequipajes, y
por supuesto de trabajadores poco o nada cualificados que trabajemos
para empresas extranjeras a sueldos miserables mientras tenemos la
moneda de los países con mejor calidad de vida. Si seguimos en el euro
es para vivir como ellos, no para que ustedes nos hagan vivir como en
Botsuana con precios de París.
Usted nos está suicidando económicamente. Tal vez no sepa quién es
Paul Kruggman, pero es Premio Nobel de Economía. Para él es evidente que
usted nos miente o no quiere darse cuenta de que no estamos ni siquiera
en recesión, sino en fase de depresión, y sus medidas nos hunden cada
vez más. Ha aceptado ser el banco de pruebas del FMI, cuyas medidas ya
arruinaron a varios países, pregunte si no por Grecia o Italia donde
están fracasando estrepitosamente. Usted no le dice a la gente que
estamos metidos en una III Guerra Mundial cuyas armas no son de fuego,
sino que tienen a forma de experimentos socio-económicos, donde los
tanques son agencias de calificación de la deuda, donde los países
utilizan a los ciudadanos para intereses ajenos a estos, y donde, al
final, la gente está muriendo y sufriendo, como en cualquier guerra.
Usted nos dice que es bueno meter a cuarenta alumnos por clase, que es
bueno que haya menos profesores, menos médicos, menos atención
sanitaria, y a veces pienso que simplemente usted es gilipollas, que no
puede ser que actúe con maldad. Y créame, lo sigo pensando. Los malos
seguramente son otros, usted no tiene la inteligencia suficiente para
darse cuenta de todo eso. Sí la tiene, en cambio, para saber que todo
esto puede traer revueltas sociales, agitación en la calle. Por eso va a
aprobar una medida por la cual será terrorismo y condena criminal
resistirse a la voluntad del Gobierno expresada en sus brazos de
coerción, es decir, al policía. Como yo le estoy diciendo esto,
seguramente me acusará de terrorismo por incitar a la gente a decirle a
usted las verdades a la cara.
Señor Presidente, usted no quiere decirlo porque
la Führer Merkel le amenaza desde el IV Reich que se ha instalado. No es
una exageración, oiga, que lo dice hasta el Financial Times que como
todo el mundo sabe es muy de izquierdas sin duda. Estamos metidos en
mitad de una III Guerra Mundial, vuelvo a repetírselo, y no es una idea
únicamente mía, sino de gente de esa que ha estudiado, tiene doctorados,
ha dado clase en varias universidades, ha viajado por el mundo, ha
leído mucho, mucho, habla varios idiomas, ha vivido diferentes procesos
de crisis y recuperación, y a algunos también les gustan los deportes.
Pero también ven que ustedes nos metieron una primera fase de
Movimientos Financieros que ahogaron nuestra economía y ahora nos meten
en una fase de Posiciones para hundirnos en el shock, en el miedo, en la
angustia.
Solo le deseo que si algún día la sociedad se rebela, salimos a la
calle, tomamos los poderes públicos, proclamamos una Asamblea
Constituyente, convocamos un referéndum sobre la forma de Estado,
disolvemos los partidos actuales y los obligamos a refundarse en
partidos que atiendan a las ideologías políticas y no a las económicas,
establecemos un sistema de elecciones realmente democráticas, nos
salimos de la moneda alemana (llamada también euro) y establecemos
pactos bilaterales con los países importantes, invertimos en educación e
investigación. Si todo eso pasa y empieza con una mecha que la sociedad
enciende. Si pasa y asaltamos su palacete en la Moncloa, ojalá usted
esté ya camino del exilio en Berlín.
O lo va a pasar mal. Muy mal
FUENTE:http://www.estandarte.com/noticias/autores/jose-luis-sampedro-no-escribio-presidente-es-usted-un-hijo-de-puta_1238.html.
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