domingo, 16 de febrero de 2014

¡ QUE NO NOS CUENTEN MILONGAS ,LOS ESPAÑOLES YA ERAMOS COMPETITIVOS EN CUESTION DE SALARIOS , AHORA LO QUE QUIEREN ES QUE SEAMOS ESCLAVOS , EL PROBLEMA ESTA EN LA CASTA EMPRESARIAL Y POLITICA ,LA ACTUAL POLITICA SOCIAL Y ECONOMICA EN EUROPA .UNA BOMBA A PUNTO DE ESTAYAR!


La historia es antigua, pero merece ser rescatada para entender cómo, en ocasiones, decisiones profundamente equivocadas avivan problemas seculares. A finales del siglo XVIII, la parte más occidental de la isla La Española (donde hoy se aloja la Republica Dominicana) era una de las zonas más prósperas del Caribe gracias a la caña de azúcar.
Sobresalía la colonia francesa de Saint-Domingue, el único caso en la América esclavista en el que surgió una clase de plantadores negros totalmente libres. Esa comunidad llegó a crear la Societé des Amis des Noirs para ayudar económicamente a la revolución francesa y defender sus derechos.
El destino natural de ese grupo de emprendedores hubiera sido mezclarse con las clases altas e identificar sus intereses comerciales con los de los blancos. Pero no fue así. La burguesía francesa, celosa de que un grupo de negros les hiciera la competencia, procuró una y otra vez aislarlos y cerrar el camino de la manumisión, lo que significaba lisa y llanamente convertir en papel mojado una vieja ley, el Code Noir de 1685, que otorgaba la ciudadanía plena a los negros libertos.
La consecuencia de esa política de exclusión fue inmediata. Los plantadores mulatos y negros tuvieron que aliarse con sus vecinos de color más pobres y al final empuñaron las armas. No hace falta decir el resultado. Hoy la isla La Española es un territorio pobre en el que sigue pesando aquella decisión equivocada de un grupo de colonos blancos. Incluso, a muchos dominicanos se les ha retirado recientemente la ciudadanía por el simple hecho de que sus padres nacieron en la otra parte de la isla.
Algo parecido sucede en Europa. O mejor dicho, en algunos países de la Unión Europea, donde una política económica a veces suicida alimenta un proceso xenófobo de incalculables consecuencias. El resultado del referéndum en Suiza ha sido el último episodio, pero media Europa está jalonada de casos en los que ciudadanos sin ningún comportamiento racista en su vida cotidiana -honrados padres de familia que pagan sus impuestos- mutan políticamente porque ven amenazados sus salarios y sus empleos  por la competencia ‘desleal’ de trabajadores extranjeros dispuestos a vender su fuerza de trabajo por una cantidad muy inferior a lo que dictan las normas laborales.
Un par de datos explican de forma gráfica las razones de este fenómeno. El salario mínimo del país más pobre de la UE, Rumania, equivale a 174 euros, mientras que en el más rico, Luxemburgo, se sitúa en 1.921 euros al mes. O expresado en paridad de poder compra con el objetivo de tener en cuenta el coste de la vida. La diferencia es de cinco a uno (1.576 euros frente a 345).
La distancia es todavía mayor si la comparación se hace con ciudadanos de fuera del continente, principalmente de África subsahariana, donde las condiciones de vida son extremas. Y lo que ha sucedido hace unos días en la playa del Tarajal (increíble que no haya sido destituido ya el director general de la Guardia Civil por mentiroso o ignorante) es fiel reflejo de la situación. Repugna que Fernández de Mesa siga en el puesto.
Lo que mueve la pobreza
Esas profundas diferencias son las que explican, según la OIT, que el número de personas que migran por razones económicas en el planeta haya pasado de 154 millones en 1990 a 232 millones en 2013. Alrededor del 3% de la población mundial se ha visto obligada a cambiar de aires para encontrar un empleo.
Se está produciendo una batalla incruenta -y en la mayoría de las ocasiones silenciosa- entre quienes tienen un empleo y quienes carecen de él. Entre quieren tienen un salario y quienes están dispuestos a trabajar incluso más por menos dinero. Como se ve, un formidable conflicto social está en ciernesLa consecuencia, como no puede ser de otra manera, es que se está produciendo una batalla incruenta -y en la mayoría de las ocasiones silenciosa- entre quienes tienen un empleo y quienes carecen de él. Entre quieren tienen un salario y quienes están dispuestos a trabajar incluso más por menos dinero. Como se ve, un formidable conflicto social que está en ciernes y que puede estallar en cualquier momento de forma cruenta. Las guerras del futuro no serán las del agua o las del petróleo, como se pregona, sino la de los salarios.
Con razón,  Alemania, que ve las cosas venir antes que otras naciones, acaba de instituir un salario mínimo y no se le ocurre desmontar la negociación colectiva. Precisamente para evitar que la entrada de inmigrantes dispuestos a trabajar por cualquier sueldo y en la peor de las condiciones posibles (muchos de ellos españoles) dinamite desde dentro su mercado laboral.
La causa de este conflicto larvado hay que vincularlo al lento declinar del modelo social europeo en algunas partes de Europa, no en todas. En particular en países, como España, que han convertido el trabajo en una mercancía más, como si se tratara de un producto comercializable (una aspiradora, un vehículo o un saco de patatas) y por lo tanto sometido a las leyes de un mercado desnudo de ética y racionalidad.
Un craso error coherente con una política cortoplacista que no tiene en cuenta que bajar salarios o permitir contratar por debajo de unas tarifas razonables, deriva necesariamente en el debilitamiento del Estado social que proclama la Constitución. Al margen de las consecuencias políticas, como se verá dentro de muy poco en las elecciones europeas.
Y no estará de más recordar que detrás de ese modelo social se encuentran prestaciones tan esenciales como la sanidad, la educación o las pensiones. Por lo que si se bajan los salarios de forma temeraria en realidad lo que se pone contra las cuerdas es el Estado de bienestar. Probablemente, el mejor invento económico de los últimos siglos. Hasta el punto de que el pacto estratégico entre la derecha y la izquierda ha permitido el periodo de paz más largo de la historia europea.
Teoría de las ventajas comparativas
El economista Robert Skidelsky, el gran biógrafo de Keynes, ha recordado que una de las claves de la Gran Depresión de los años 30 fue el proteccionismo a ultranza que se precipitó tras el hundimiento de Wall Street. En su escrito, ha sacado a colación una vieja proposición del profesor Samuelson en la que defendía el libre comercio basándose en la teoría de las ventajas comparativas, según la cual el comercio internacional siempre es beneficioso, incluso cuando un país puede producir más barato por el bajo coste de su mano de obra.
Esa es la trampa en que se ha metido la economía española. Bajar salarios compromete la financiación de las pensiones, la educación o la sanidad, y, como consecuencia de ello, ningún Gobierno tiene margen para bajar la presión fiscal, que recae, precisamente, en las clases medias que ven amenazado su salarioSamuelson, sin embargo, como recordaba Skidelsky, matizó al final de sus días esa teoría, y aunque dijo que se trataba de la más bella del mundo, cambió de opinión. Para el premio Nobel, la teoría de las ventajas comparativas (una especie de división internacional del trabajo que obliga a los países a especializarse) yerra si naciones como China, que puede combinar bajos salarios y tecnología occidental, copa el mercado. Entonces, sostenía Samuelson, el comercio provocará una baja de salarios en Occidente, y aunque es verdad que los productos serán un 20% o un 30% más baratos, lo cierto es que la rebaja no podrá compensar la caída de los salarios.
Esta es, precisamente, la trampa en que se ha metido la economía española. Bajar salarios compromete la financiación de las pensiones, la educación o la sanidad, y, como consecuencia de ello, ningún Gobierno tiene margen para bajar la presión fiscal, que recae, precisamente, en las clases medias que ven amenazado su salario.
Como se ve una espiral diabólica. Algo que explica la creciente desafección de buena parte de la ciudadanía contra todo lo que huela a política. Es evidente que la corrupción, la baja calidad de las instituciones o los sempiternos conflictos territoriales convierten a la política en un asunto ajeno a cualquier esperanza. Pero la sensación de que el mercado de trabajo ha derivado en una jungla es, sin duda, el origen de muchos conflictos sociales que tarde o temprano aflorarán.
¿Quiere decir esto que hay que restringir al máximo la entrada de inmigrantes para que no bajen los salarios? En absoluto. El error es considerar la inmigración el origen del problema y no la consecuencia de una mala política económica que desatiende el largo plazo.
Una explicación incauta de lo que ocurre se basa en pensar que cuando entran trabajadores extranjeros en un país decrecen tanto el empleo como los salarios, pero se olvida que su presencia no sólo determina la oferta de trabajo, sino también la demanda. Los inmigrantes consumen y tienen habilidades que los nativos no desarrollan, por lo que en muchas ocasiones no compiten por un mismo puesto de trabajo.
La clave, por lo tanto, es favorecer la inmigración -algunos lo han llamado la ‘ética de lo posible’- siempre que no se degraden las condiciones laborales en los países de entrada. Ya sea evitando bajar salarios sin tener en cuenta la productividad o precarizando el mercado de trabajo hasta convertirlo en una selva insoportable. Ordenando, al mismo tiempo, la globalización para que esas ‘ventajas comparativas’ del comercio mundial no sean desequilibradas.
El propio FMI, poco sospechoso de ser un agente del enemigo, ha dejado por escrito que la globalización sólo es posible cuando un país es capaz de garantizar que la apertura de su economía revierte en el conjunto de la sociedad y no sólo en una parte. Creando para ello una red de seguridad capaz de proteger a quienes pierden su empleo o ven reducir su salario por ese ejército de reserva que a veces es la inmigración.
De lo contrario, se hará verdad aquella vieja máxima que dice que un economista es alguien que conduce un coche a gran velocidad y que periódicamente -cuando hay crisis- mira por el retrovisor para saber cuántos cadáveres ha dejado en la cuneta. Y Marine Le Pen, puede ser la conductora.


FUENTE: http://blogs.elconfidencial.com/espana/mientras-tanto/2014-02-16/la-trampa-de-bajar-salarios-para-ganar-competitividad_89997/

                                                   MI OPINIÓN


La gran estafa a la que estamos siendo sometidos por los sucesivos  gobiernos ,bien sean socialistas o populares, ya empezó con la entrada en el EURO, con el redondeo de céntimos y lo que no eran céntimos ahí ya nos la estaban metiendo asta adentro ,lo que nos costaba 100 PESETAS pasaba a costar 166 y así sucesivamente,¿ los salarios en España ? ¡ hombre pero si siempre hemos estado por debajo de países como Alemania, Inglaterra , Francia y otros muchos países ,que yo sepa siempre hemos sido competitivos en esta cuestión ,otra cosa es ser competitivo en medios y tecnología, en España ya se sabe que la mayoría de empresas son pequeñas o medianas ente 8 o 10 trabajadores y 100 o 150 y además suelen ser muchas de ellas de ámbito familiar ,empresas que a lo largo de su vida están en hacer una pequeña fortuna para el futuro y dar carrera y herencia a sus hijos esto conlleva que la inversión en I +D sea lo mas reducida y en la mayoría de los casos nula llegando al final de su vida como una empresa obsoleta y anticuada sin la menor competitividad y al borde del cierre entre otros casos por su próxima jubilacion de los dueños ya que en muchos casos los hijos o herederos de la empresa prefieren dejarla caer en quiebra y dejar en la calle a los empleados que en ella quedasen .
Es la historia repetida en este país pequeña y mediana empresa que mientra duran dan trabajo a millones de trabajadores y acabada su vida los dejan en la calle ,y si no vean con la actual crisis las miles de empresas que han cerrado y las que se han creado , estas ultimas en condiciones ínfimas para el trabajador, en salario y en derechos , no es de estrañar el masivo de cierres de comercios de toda índole que se están produciendo  y es que todo va unido, en esto si que hay COMPETENCIA DE VERDAD  salarios bajos y en precario a tiempo parcial = nula capacidad de compra= cierre de comercios por bajas ventas y despido de empleados=proveedores de los comercios con  menos pedidos y reducción de plantilla= mas trabajadores al paro =mas presupuesto para el estado y menos ingresos fiscales ¿seguimos....? en definitiva política económica desastrosa y que nos lleva al ABISMO.
 ¿ Y las empresas ? pues lo mismo de lo mismo ahora se esta hablando de lo bien que va la exportacion , que hacia años que no se exportaba tanto , pues claro que si con los actuales salarios ya me dirán ¿pero y el consumo interno? por los suelos ya lo he comentado antes , si se van a dar una vuelta por los cientos de centros comerciales que  han brotado domo setas en este país verán que muchos de ellos parecen centros fantasma con muy pocos locales o tiendas abiertas ,el panorama es desolador y en los polígonos industriales lo mismo de lo mismo ,da miedo transitar por ellos ,están desiertos , NAVE EN VENTA , DISPONIBLE, EN ARRIENDO,  esto es tremendo la industria y manufacturera Hundida por eso que llaman, LA BURBUJA INMOBILIARIA , que todos veían venir, pero que ninguno hizo nada por evitarlo (PP, PSOE ,PP) la construccion a sido y ya verán como lo volverá a ser el motor junto al turismo , la industria ,y la agricultura el motor de la economía Española, eso si si tenemos un gobierno con mas autonomía de Bruselas y defienda los derechos y nuestros recursos para crear empleo ,pero un empleo bien retribuido que reactive el consumo y el ahorro y regenere la economía sostenible, pero para ello hace falta acabar de una vez con las corruptelas que salpican el día a día de este país y poner entre rejas a todos los que han saqueado las arcas publicas ,no sin antes haber devuelto asta el ultimo centimo , y si se tiene que salir del euro y de eso que llaman Europa y la troika de vividores que habitan en ella pues se sale  , ya saldríamos de esta crisis igual , o a lo mejor antes ,potencial tenemos , y si no vean las obras que estamos haciendo por el mundo que nada tiene que ver con la CE ,el canal de Panamá, el ave de Arabia Saudi etc, potenciar el comercio con los países árabes y sudamerica y también con el continente asiático, somos un país de 47 millones y entre los 15  mas importantes del mundo , con empresas punta de obras de infraestructuras y tecnología en energías renovables que podríamos exportar a medio mundo, esto unido a nuestro potencial turístico podríamos sobrevivir a eso que llaman Europa unida ,pero que unos que van a velocidad de crucero se aprovechan de los que vamos a velocidad de tortuga porque ellos así lo quieren ,¿ QUE HAY QUE PAGAR LA DEUDA? pues ya se pagara, siempre se a dicho ¡si tienes una deuda con el banco de diez millones tienes un problema , pero si es de mil millones ,el problema lo tiene el banco , así es que echemos le huevos a la cosa y salgamos de esta , pero mucho me temo que con estos políticos que tenemos en estos momentos ,mas están por destruir España que por salvarla y lo que es mas importante SALVAR A LOS ESPAÑOLES.


LA OPINIÓN DE UN INDIGNADO


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ANIVERSARIO DE UNA NORMA ESTRUCTURAL CRUCIAL

Dos años de la reforma laboral: más competitivos y más precarios

Se han destruido 1,34 millones de empleos, hay más temporalidad . La moderación salarial ha favorecido el desarrollo de la exportación


  • Manifestación contra la reforma laboral, en marzo del 2012. - Foto: EL PERIÓDICO
    Manifestación contra la reforma laboral, en marzo del 2012. - Foto: EL PERIÓDICO
ROSA MARÍA SÁNCHEZ 16/02/2014

El miércoles se cumplieron dos años de la 52° reforma del Estatuto de los Trabajadores de 1980. En medio de la mayor crisis de la economía española del último siglo, el recién estrenado Gobierno de Rajoy acometió su reforma con el objetivo de frenar la destrucción de empleo, reducir la dualidad de los contratos, favorecer la flexibilidad interna de las empresas y contribuir a la recuperación de la economía. Para ello, se favoreció la moderación y recorte salarial, se abarató y facilitó el despido y se descentralizó la negociación colectiva, entre otras medidas.
Dos años después, hay 1,34 millones de empleos menos; la tasa de paro ha pasado del 24,44% de la población activa al 26%; el 50,8% de los 5,8 millones de parados lleva más de un año sin empleo; el 34,1% de los parados no tiene protección; la tasa de trabajadores con contrato temporal se ha elevado al 24% y los trabajadores afectados por ERE han aumentado el 27% respecto al bienio anterior. El último de ellos, presentado por Coca-Cola, ha merecido incluso la crítica del Gobierno.
Los datos estadísticos son incontestables y son los que esgrimen las organizaciones sindicales para llegar a la conclusión de que la reforma laboral ha sido un "rotundo fracaso" que ha traído "en definitiva, menos ocupación, más desempleo y mayor precariedad". El Gobierno lo ve de otra manera. A su juicio, el deterioro del mercado laboral es fruto del ciclo económico y solo gracias a la reforma laboral se ha evitado un desastre mayor. Según la ministra de Empleo, Fátima Báñez, sin la reforma laboral se habrían destruido 225.800 empleos adicionales.

LOS COSTES Eso sin contar con los beneficios económicos que el Gobierno atribuye a la reforma. Tras su entrada en vigor, los costes salariales han bajado en torno al 3,8% (sobre el 8% en términos reales) favoreciendo una ganancia de competitividad, que ha permitido impulsar la exportación, único motor económico en los últimos trimestres.
Desde el punto de vista del Gobierno, la mayor flexibilidad del mercado laboral introducida por la reforma permitirá a la economía empezar a crear empleo este mismo año, cuando el PIB empiece a crecer en torno al 1%, sin tener que esperar a la teórica barrera del 2%. Poniendo en uno y otro platillo de la balanza la evolución reciente del mercado laboral se podría llegar a la conclusión de que la reforma laboral ha exacerbado la precariedad laboral a cambio de una mayor competitividad que está favoreciendo la salida de la recesión.
Pero, según el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, eso sería atribuir un poder excesivo a la reforma. "El Derecho va a la zaga de la realidad", afirma Peña. "Pensar que el Derecho condiciona la realidad es demasiado optimista", añade. Desde su punto de vista, los movimientos recientes del mercado laboral son fruto, sobre todo, de la propia coyuntura económica. La moderación salarial tiene más que ver, a su entender, con el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que patronal y sindicatos firmaron en el 2012 con efectos para ese año y los dos siguientes. "El AENC es la reforma estructural más importante que ha sucedido en la economía española en los últimos años", afirmó esta semana el presidente de CEOE, Juan Rosell, situando los efectos de aquel acuerdo social incluso por encima de la reforma laboral del Gobierno.
Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la UAB, también atribuye la precarización reciente de las condiciones laborales al ciclo económico, si bien concede a la reforma laboral cierto protagonismo en la evolución salarial. "Los nuevos contratos van a seguir siendo temporales hasta que los empresarios perciban la recuperación como duradera", explica. Pero considera que la reforma sí ha condicionado la moderación salarial favoreciendo una mejora competitiva de las empresas.




FUENTE:http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/economia/dos-anos-reforma-laboral-mas-competitivos-mas-precarios_920808.html













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