¿Y ahora qué? ¿Seguimos sin querer enterarnos?
La verdadera responsabilidad es haber creado, sostenido, mantenido,
estimulado y potenciado ese sistema de poder que necesariamente acabaría
mostrando este lado oscuro. Y dedicarse a destruir a quiénes lo
denunciaban.
Cuando
no se quieren ver las cosas, sencillamente no se ven. Lo malo es que
las consecuencias no son exclusivas para al ciego voluntario sino que,
cuando ejerce funciones de poder, las acaba pagando el conjunto de
personas sobre las que ese poder se ejerce. Llevamos años denunciando
el modo de ejercerse el poder en España, al que desde 1994 llamé el
Sistema. Era claro que, como indicaba en el libro que dediqué a
explicarlo, mis conocimientos tenían la virtud de la experiencia.
Es decir, lo vivido, lo contemplado, lo experimentado y lo sufrido como
escuela. Unos hablan de memoria. Otros por referencias. Otros transmiten consignas por diversos platos de lentejas.
Algunos relatan experiencias. Y mejor no olvidar que, como dicen los
místicos, la verdad es una experiencia. Pero los ciegos niegan las
evidencias, y comienzan a no querer ver mediante la fabricación de
consignas al uso. En este caso todo aquel que denunciaba los excesos del sistema era un antisistema,
instrumento verbal confeccionado con finalidad denigradora, al tiempo
que defensiva, porque equivalía a sostener que denunciar abusos de
nuestro sistema de poder era propio de quienes querían el caos de una
anarquía total.
Ya son muchos los casos de corrupción en los que, entre otras cosas, se evidencia el funcionamiento de este Sistema de poder. Pero pocos tan gráficos como el de ayer, en el que fueron detenidas 51 personas. Imagino que no será el último que tengamos la desgracia de contemplar, porque quizás estemos ante la cabeza de un iceberg de proporciones incluso superiores. Pero de momento tenemos una trama. Atentos: una trama organizada, es decir, un conjunto de personas que se organizan con una finalidad espuria. Segundo, esta trama se dedica a violentar la Administración Publica en la faceta de adjudicaciones de obras y servicios, es decir, de la administración del dinero público. Tercero, en la trama confluyen políticos de los dos partidos dominantes, de modo que las supuestas diferencias ideológicas pueden convivir con las coincidencias de explotación económica privada y espuria del poder que administran. Es evidente que las competencias de las autonomías y municipios en materias como aquellas sobre las que actúa la trama facilita el funcionamiento de la misma. Es decir, el fraccionamiento del poder permite mejor uso de la faceta espuria del sistema.Lo que sucede en Cataluña con determinadas familias es ejemplo con manzanas. Además, justo es decirlo, vivir envueltos en una burbuja especulativa y en una fase enloquecida del capitalismo financiero, crea un fermento muy adecuado para estas actividades.
La responsabilidad de los dirigentes políticos actuales no consiste primariamente en haber designado para determinados puestos a personas que ahora parecen estar involucradas en estas actividades. Eso, por supuesto. Pero la clave no está ahí. La verdadera responsabilidad es haber creado, sostenido, mantenido, estimulado y potenciado ese sistema de poder que necesariamente acabaría mostrando este lado oscuro. Y dedicarse a destruir a quiénes lo denunciaban.
Estamos hartos, cansados ya, y en punto de profunda irritación social, de tanto oír hablar de regeneración democrática y de frases parecidas en la boca de los políticos de ambos partidos tanto cuando se encuentran en el poder como cuando vociferan desde la oposición, que se han evidenciado como puras y duras mentiras destinadas a distraer a una sociedad adormecida . El sistema de partidos está corrompido y no queremos darnos cuenta. Ya está bien de decir estupideces al servicio de intereses ocultos.
¿Y ahora que? ¿El caos? Pues no. El caos no es ni bueno ni recomendable. El asunto es que serenamente —aunque inevitablemente irritada— la sociedad española debe darse cuenta de que necesita un nuevo modelo de convivencia. Que demasiadas cosas han sucumbido desde la Constitución de 1978 como para seguir mirando hacia otro lado o limitándonos a manifestar nuestra indignación. Las instituciones han sido despedazadas por el sistema de poder, por el modo de reclutamiento de los cargos públicos, por la endogamia de la clase política, por la demolición de la separación de poderes, por la invasión de la justicia, por el desprecio a la sociedad civil…No sigo porque todo es obvio. Necesitamos era reflexión sincera. Pero, ¿dónde la efectuamos? ¿Acaso quedan espacios para la propia sociedad? Ese es uno de lo problemas, y no pequeño, con el que nos enfrentamos. Pero cada día es mas urgente. Nadie amenaza al Sistema sino que se desmorona solo y tenemos que cubrir el vacío de un modo ordenado. ¿Sabremos hacerlo? De nosotros depende que la alternativa no sea el caos
FUENTE:http://www.gaceta.es/mario-conde/ahora-seguimos-enterarnos-28102014-0532
Ya son muchos los casos de corrupción en los que, entre otras cosas, se evidencia el funcionamiento de este Sistema de poder. Pero pocos tan gráficos como el de ayer, en el que fueron detenidas 51 personas. Imagino que no será el último que tengamos la desgracia de contemplar, porque quizás estemos ante la cabeza de un iceberg de proporciones incluso superiores. Pero de momento tenemos una trama. Atentos: una trama organizada, es decir, un conjunto de personas que se organizan con una finalidad espuria. Segundo, esta trama se dedica a violentar la Administración Publica en la faceta de adjudicaciones de obras y servicios, es decir, de la administración del dinero público. Tercero, en la trama confluyen políticos de los dos partidos dominantes, de modo que las supuestas diferencias ideológicas pueden convivir con las coincidencias de explotación económica privada y espuria del poder que administran. Es evidente que las competencias de las autonomías y municipios en materias como aquellas sobre las que actúa la trama facilita el funcionamiento de la misma. Es decir, el fraccionamiento del poder permite mejor uso de la faceta espuria del sistema.Lo que sucede en Cataluña con determinadas familias es ejemplo con manzanas. Además, justo es decirlo, vivir envueltos en una burbuja especulativa y en una fase enloquecida del capitalismo financiero, crea un fermento muy adecuado para estas actividades.
La responsabilidad de los dirigentes políticos actuales no consiste primariamente en haber designado para determinados puestos a personas que ahora parecen estar involucradas en estas actividades. Eso, por supuesto. Pero la clave no está ahí. La verdadera responsabilidad es haber creado, sostenido, mantenido, estimulado y potenciado ese sistema de poder que necesariamente acabaría mostrando este lado oscuro. Y dedicarse a destruir a quiénes lo denunciaban.
Estamos hartos, cansados ya, y en punto de profunda irritación social, de tanto oír hablar de regeneración democrática y de frases parecidas en la boca de los políticos de ambos partidos tanto cuando se encuentran en el poder como cuando vociferan desde la oposición, que se han evidenciado como puras y duras mentiras destinadas a distraer a una sociedad adormecida . El sistema de partidos está corrompido y no queremos darnos cuenta. Ya está bien de decir estupideces al servicio de intereses ocultos.
¿Y ahora que? ¿El caos? Pues no. El caos no es ni bueno ni recomendable. El asunto es que serenamente —aunque inevitablemente irritada— la sociedad española debe darse cuenta de que necesita un nuevo modelo de convivencia. Que demasiadas cosas han sucumbido desde la Constitución de 1978 como para seguir mirando hacia otro lado o limitándonos a manifestar nuestra indignación. Las instituciones han sido despedazadas por el sistema de poder, por el modo de reclutamiento de los cargos públicos, por la endogamia de la clase política, por la demolición de la separación de poderes, por la invasión de la justicia, por el desprecio a la sociedad civil…No sigo porque todo es obvio. Necesitamos era reflexión sincera. Pero, ¿dónde la efectuamos? ¿Acaso quedan espacios para la propia sociedad? Ese es uno de lo problemas, y no pequeño, con el que nos enfrentamos. Pero cada día es mas urgente. Nadie amenaza al Sistema sino que se desmorona solo y tenemos que cubrir el vacío de un modo ordenado. ¿Sabremos hacerlo? De nosotros depende que la alternativa no sea el caos
FUENTE:http://www.gaceta.es/mario-conde/ahora-seguimos-enterarnos-28102014-0532
No hay comentarios:
Publicar un comentario