viernes, 3 de octubre de 2014

" TRISTE MUY TRISTE, PERO NO POR ESTOS DESALMADOS QUE ESTAN ROBANDO LO INIMAGINABLE, NO ,SINO POR TODAS SUS VICTIMAS , QUE SOMOS TODOS, LOS CIUDADANOS ESTAFADOS,ESTA ES LA ACTUALIDAD EN ESPAÑA , LA CORRUPION, FUENTE DE INSPIRACION PARA LA NOVELA "




NEGRO SOBRE NEGRO 'Los cuerpos extraños'

Daguerrotipo de la mugre


Fotografía: ARABA PRESS
Fotografía: ARABA PRESS
  • Con la última entrega de Bevilacqua y Chamorro, Lorenzo Silva nos adentra en el perverso mundo de la corrupción política tras el asesinato de una alcaldesa de la costa levantina





No vivimos en un mundo ideal, vivimos en la mugre, y con ella tenemos que hacer algo que valga mínimamente la pena. La frase es del coronel Pereira, su subordinado el brigada Bevilacqua es el receptor de la idea y 'Los cuerpos extraños' (Destino. 2014), la última novela de Lorenzo Silva, el perfecto, desolador y aséptico retrato donde se divisa ese mundo ideal en el que no vivimos, esa mugre que nos aplasta. Lo milagroso, si no imposible, que resulta intentar hacer algo que valga mínimamente la pena con esa perenne podredumbre.
Un segunda lectura de esta última entrega del citado Rubén Bevilacqua y de la sargento Virginia Chamorro -llegó a las librerías y a nuestras manos a finales de mayo- no sólo confirma las virtudes ya descubiertas entonces sino que nos muestra otras que engrandecen aún más si cabe el valor de esta novela: una novela redonda, sin aspavientos, sin guiños tramposos, tan habituales en este mundo del misterio donde es fácil dejarse arrastrar por florituras propias del género. Un relato que es de misterio sin dejar de ser político y político sin dejar de ser una historia de misterio, con una víctima y demasiados verdugos. Un texto que día a día que pasa, y viendo como vemos el universo que nos rodea y acecha, se va haciendo más consistente, más intenso y más real, asquerosamente verídico.
Silva manda a sus investigadores para esclarecer el asesinato de Karen Ortiz Hansen, una alcaldesa en la costa levantina -no ha podido elegir el autor mejor escenario para tanta descomposición- que, presumiblemente, fue eliminada porque no quiso hacer lo que querían que hiciera aquellos que la auparon. Por el camino, 'Los cuerpos extraños' se empeña en mostrarnos hasta dónde nos puede llegar el nivel de mierda sin que su olor nos moleste. Porque de eso se trata en el fondo: de hasta qué punto es factible vivir rodeado de todo tipo de corrupciones sin que lo rechace nuestro organismo; de hasta qué punto la sociedad normaliza esa convivencia corrompida sin indignarse en exceso, como si fuera algo lógico y un mal necesario, como si formara parte del paisaje y el hedor nos tuviera que acompañar de una u otra manera sin poder hacer nada por eliminarlo.
Los dos guardias civiles se verán rodeados de esa siempre sibilina, educada y glamurosa clase política amable, corrupta y corruptora que todo lo puede o lo cree poder: esa clase ante la que todos parecen cuadrarse en uno o en otro momento no tanto por el poder real que pueden ostentar sino por el que ellos trasmiten que pueden tener; esa inmundicia que, disfrazándose con una sonrisa de cartel electoral, lleva a cabo su trabajo depredador gracias al voto, al apoyo y a la confianza que los ciudadanos normales depositan en una urna cada cuatro años.
Lo peor, lo verdaderamente terrible de esta corrupción moral, real pero intangible, de esta suciedad a la que se enfrentan Bevilacqua y Chamorro es que viene disfrazada con piel de cordero, con la pátina del bien común, las palabras grandilocuentes, los abrazos, los altos ideales y esos principios éticos de los que siempre carecen aquellos que con tanto énfasis los invocan. Lo que hace este mundo tan perverso es que nos tienen rodeados, que los tenemos tan cerca que no logramos verlos.
Y en este dibujo de la maldad, que tan hábilmente nos dibuja Silva, los protagonistas tratan de ir juntando las piezas una a una, sorteando peligros más interiores que exteriores, sin estridencias, sin esperar ni la genialidad inexistente ni la suerte no trabajada, siendo tenaces cuando había serlo y rápidos cuando tocaba.
En "Los cuerpos extraños", el autor logra cohesionar de forma creíble la historia policial de un asesinato que hay que resolver, y se resuelve, con la parte política del mismo donde llegar hasta el final no es imprescindible, donde tener todas las respuestas no siempre es una opción:
"Ustedes nunca lo entenderán, pero los tiempos de emergencia imponen a veces soluciones de emergencia... Ese dinero arreglaba muchos rotos, en muchos ámbitos. Y no precisamente a mí, a título personal... Y no me tire de la lengua, porque de esto último es de lo que no puedo hablar, por el bien de todos"... "No saben el cable que han pinchado con su excavadora ¿Creen que yo hacía lo que hacía por mi cuenta y riesgo?".
Silva, además, da una vuelta de tuerca a sus personajes. Bevilacqua y Chamorro siguen creciendo, siguen haciéndose mayores, auténticos, más duros, más complejos, más intensos. Si en 'La marca del meridiano', fue él quien tuvo la imperiosa necesidad de hacer un repaso de su existencia, puntos negros incluido, en 'Los cuerpos extraños' es ella quien hace balance y asume sus fracasos personales. Son dos personajes solitarios que ven como su vida está pasando con más pena que gloria; que observan cómo el trascurrir de los días los está cubriendo de una cierta mortaja de tristeza, de una cierta infelicidad. Y con esos demonios interiores deben enfrentarse a los peores enemigos exteriores que imaginarse puedan: aquellos que no son lo que parecen, aquellos que tienen capacidad para intentar variar el rumbo de nuestras vidas desde la legalidad vigente.
Sobre el tapete hay políticos que creen que los tigres son animales óptimos para ser cabalgados y otros que no lo creen en absoluto; hay también concejales de urbanismo, advenedizos sin escrúpulos, inversores con menos escrúpulos todavía, delincuentes de bajo perfil, abogados de alto 'standing', mafiosos; y hay intereses, muchos intereses, sicarios, sexo y pasiones, pero también sobrevuela la desesperanza, la tristeza, la soledad y una profunda melancolía.
Y también, como suele suceder, como sucede en la vida real, unas ganas muy evidentes de que no se sepa toda la verdad cuando acabe la partida, de que nunca sea de dominio público lo que realmente sucede. Porque nadar hasta el fondo siempre es delicado, porque es mejor quedarse en la superficie: la verdad en grandes dosis es difícilmente digerible y por ello es recomendable darla en pequeñas porciones, hay que detener a los culpables, eso sí, pero olvidarse de ese contexto que, como decía Sciacia, todo lo empapa, todo lo puede, todo lo ensucia.


FUENTE:http://www.elmundo.es/cultura/2014/10/03/542e632022601d4d248b457b.html?a=cde593ce1701ed4421060af66fb1f35f&t=1412328985


COMENTARIOS DE LA NOTICIA POR LOS LECTORES DE 'EL MUNDO'

 Muy buen análisis. Leí el libro este verano, y soy seguidora desde el principio de Vila y Chamorro, y una vez más, el libro no defrauda en absoluto. Thriller sí, pero mucho más con toda la trama política que se podría haber leído cualquier día en un periódico, y los personajes redondos, poco a poco han ido evolucionando y según descubrimos más de ellos, más queremos seguir visitándoles libro a libro.

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