Reforma laboral

Cierto es que ante la convocatoria de movilización por parte de los sindicatos mayoritarios, el gobierno ha lanzado una campaña de desprestigio contra ellos sacando noticias sobre las dobles ocupaciones de muchos dirigentes sindicales en consejos de administración de bancos y grandes empresas, pero no por ello deja de ser cierto.

Los sindicatos que en 1985 tenían una tasa del 35% de afiliación de los trabajadores, hoy  no llega al 10%. Este distanciamiento entre trabajadores y sindicatos es debido a la perdida de confianza sobre los sindicalistas.
 ¿Y POR QUE? Pues es muy simple. Mientras que los trabajadores han visto como sus sueldos se iban desvalorizando y perdiendo poder adquisitivo, también han visto como los sindicalistas se iban convirtiendo en una clase social privilegiada con sueldos muy por encima del doble de lo que cobra un trabajador en una fabrica o en cualquier otro sector productivo.

Ahora los sindicatos lanzan el grito al cielo:  " ¡HA LLEGADO LA DERECHA!  LA QUE SIEMPRE  HA DEFENDIDO LOS INTERESES DE LOS EMPRESARIOS Y HAN HECHO UN DECRETAZO SOBRE LA REFORMA LABORAL"
 Lo malo es que creen que la gente se chupa el dedo y hacen caso de todo lo que dicen. Habrá que recordarles que con el gobierno de ZP se hizo una reforma (y van unas cuantas ya ) en la que los sindicatos  acordaron con  los empresarios una reforma que llevo al paro a mas de  millón y medio de personas. Ese no fue por decreto pero si hubo amenaza y no hubo convocatoria de  movilizaciones. ¡Claro! Eran sus amigos los socialistas, esos que en los últimos años  les han enronado de millones de euros (se habla de hasta 1000 millones).
En las manifestaciones que ha habido este fin de semana se ha podido ver que han sido de una alta participación de trabajadores, nada mas lejos de la realidad. Bien es sabido que en España el numero de liberados sindicales alcanza el millón y medio si  las dividieramos por tantas manifestaciones como han habido, saldría clavao. Excepto unos pocos de miles de manifestantes los demás era todos los que viven del mogollón sindical. Quien crea  que yo estoy en contra  de los sindicatos esta completamente equivocado,  estoy en contra de ESTOS sindicatos porque yo creo que un sindicato debe ser completamente independiente sin tener vínculos con ningún partido político.

En  España hay otros muchos sindicatos, algunos de ellos como la CNT, CGT, USO por nombrar a algunos de ellos (hay mas). Son sindicatos que UGT Y CCOO  llama "PURISTAS".  Los puristas son llamados así porque son militantes trabajadores que una vez acabada su jornada laboral se van a seguir trabajando al sindicato por amor al trabajador y no caen en tentaciones materialistas.

Los trabajadores deberían empezar  a concienciarse que con estos (los mal llamados interlocutores sociales, porque ya no representan a nadie, si acaso a ellos mismos) no vamos a ninguna parte. Estos sindicalistas y políticos están empobreciendo a la clase obrera.

El sindicalismo siempre ha sido de lucha de clases y confrontación. Todo lo contrario que anuncio el barbudo perenne de la UGT y debe seguir siendo así.

Por ello debemos apoyar a los  sindicatos que discriminaron los políticos durante la transición.
En 1936 el sindicato que tenia mas poder en este país era la CNT y por eso durante  los primeros años de  la transición en que se estaba haciendo el reparto de bienes incautados por el DICTADOR FRANCO a CNT y otros sindicatos se le negó la devolución de sus bienes. Estaba claro que querían marginarlos y promocionar a los que querían como interlocutores, es decir,  títeres que dieran poca guerra, moderados, mansos, plegados a la patronal y al gobierno de turno, siempre mas a los socialistas que a los de derechas pero plegados igualmente.
Y así hemos llegado a estos días en que la casta privilegiada sindical viven como reyes y los trabajadores como esclavos agradecidos. Recuerden el EGIPTO DE LOS FARAONES donde eran una casta privilegiada los parientes, familiares, hijos, hermanas, primos, sobrinos del faraón.

En eso se han convertido los sindicatos. En una casta familiar privilegiada en la que impera el desconocimiento  por parte de las nuevas generaciones de sindicalistas de en que consiste la lucha del trabajador.

No han trabajado nunca... ni lo harán.