Soros: “Soy muy, muy pesimista con el futuro del euro”
Es uno de los hombres más ricos del mundo y, tras su pasado como especulador, uno de los filántropos y pensadores económicos más conocidos y sorprendentes. Nos recibe en su casa en la costa este de EE UU para hablar de cómo ve la salida de Europa a la crisis.
“Buenos días, soy el mayordomo del señor Soros. Síganme, por favor”.
Un amable ayudante, que hace tiempo que cumplió los 60, nos da la
bienvenida a la casa donde George Soros
(Budapest, Hungría, 1930) pasa estos días de principios de julio. Hace
calor y se percibe la proximidad del mar en la brisa salada que de vez
en cuando refresca el ambiente. Pese a la formalidad que uno esperaría
encontrar en la casa de un multimillonario --ocupa el puesto numero 20
del mundo, según Bloomberg-- el mayordomo entrado en años viste unas
bermudas beige, deportivas blancas con calcetines a juego y un polo azul
marino con un nombre bordado en español cerca del hombro izquierdo: El
Mirador. “Es el nombre de la casa y se debe a esa habitación”, explica
mientras apunta con el dedo hacia una pequeña torre, “desde ahí arriba
se tiene una gran vista de la playa y de toda esta zona de los
Hamptons”. El Mirador es una gran casa ubicada en una de las zonas de
veraneo más exclusivas de la costa Este de Estados Unidos, a unas dos
horas y media de Nueva York en coche. Es la vivienda de un
multimillonario pero no tiene ninguno de los detalles que
inevitablemente caracterizan las mansiones de los nuevos ricos. Solo se
diferencia de otras viviendas de alrededor por el muro de piedra y
cemento que rodea la finca. Cuestión de seguridad, imagino. Pero no es
una vivienda ostentosa, no tiene acceso directo a la playa, la entrada
de la casa es bastante modesta y los objetos que se ven mientras nos
conducen desde el hall hasta el jardín tienen la pátina de quien lleva
años disfrutando de ellos de forma cotidiana, sin necesidad de epatar a
nadie. Solo al cruzar un pequeño pasillo, cuando George Soros está listo
para recibirnos en su despacho, uno se tropieza casi descuidadamente
con un Leger que en casi cualquier otra casa ocuparía un lugar principal.
A diferencia de quienes le rodean, incluido su relaciones públicas, George Soros nos recibe impecablemente vestido, aunque de manera informal: camisa rosa de manga larga, pantalones de micropana horizontal azul, mocasines gastados pero cuidados con mimo y un discreto Patek Philippe en la muñeca. Su despacho, no muy grande pero acogedor, está lleno de libros de filosofía, su gran pasión, amontonados por todos lados y con notas sobresaliendo de sus páginas. Parece un pequeño refugio, con salida a un jardín resguardado, que le aísla del resto de los habitantes de la casa, a quienes no hemos visto pero oímos jugar al tenis en algún lugar. Para llegar hasta el despacho uno debe atravesar su cuarto de baño, una exposición de la intimidad impensable en una casa europea, con la bicicleta estática y la bañera a la derecha y un vestidor abierto por dos lados a la izquierda, que también que deja bien a la vista una bata de seda desgastada por años de uso, colgada junto al quicio de la puerta. Soros sonríe amable pero crea una barrera muy perceptible a su alrededor. Este mes de septiembre sale a la venta su último libro en español –“La tormenta financiera en Europa y en Estados Unidos”--, con artículos sobre la crisis de deuda. Eso explica que nos abra las puertas de su casa y se deje preguntar.
Sigue en el puesto 20º de los hombres más ricos del
mundo (con 21.900 millones de dólares), según los datos de Bloomberg
hechos públicos este verano. Y la frase que suele encabezar sus
presentaciones reza: “El multimillonario inversor y filántropo
estadounidense que hizo una fortuna en 1992 tras tumbar la libra
esterlina…”. Gracias a sus fundaciones, ha contribuido a la evolución
democrática de los países del este de Europa (nació en Hungría).
En el último año ha destacado por capitanear un grupo de 1.300 empresarios y expolíticos para tratar de salvar el euro. A libros como La alquimia de las finanzas y La burbuja de la supremacía norteamericana suma ahora La tormenta financiera (Destino). Además, estrena matrimonio con Tamiko Bolton.
- Si hubiera sido mejor estudiante habría podido dar clase en Kalamazoo, en la Universidad de Michigan. Sería profesor de Económicas. Pero no fui un buen estudiante, aprobé mis estudios pero sin grandes notas.
- ¿Pero siempre en Estados Unidos, no en Europa?
A diferencia de quienes le rodean, incluido su relaciones públicas, George Soros nos recibe impecablemente vestido, aunque de manera informal: camisa rosa de manga larga, pantalones de micropana horizontal azul, mocasines gastados pero cuidados con mimo y un discreto Patek Philippe en la muñeca. Su despacho, no muy grande pero acogedor, está lleno de libros de filosofía, su gran pasión, amontonados por todos lados y con notas sobresaliendo de sus páginas. Parece un pequeño refugio, con salida a un jardín resguardado, que le aísla del resto de los habitantes de la casa, a quienes no hemos visto pero oímos jugar al tenis en algún lugar. Para llegar hasta el despacho uno debe atravesar su cuarto de baño, una exposición de la intimidad impensable en una casa europea, con la bicicleta estática y la bañera a la derecha y un vestidor abierto por dos lados a la izquierda, que también que deja bien a la vista una bata de seda desgastada por años de uso, colgada junto al quicio de la puerta. Soros sonríe amable pero crea una barrera muy perceptible a su alrededor. Este mes de septiembre sale a la venta su último libro en español –“La tormenta financiera en Europa y en Estados Unidos”--, con artículos sobre la crisis de deuda. Eso explica que nos abra las puertas de su casa y se deje preguntar.
- Su libro sobre la crisis europea va a exigir
una nueva versión casi antes de que se publique en España porque la
crisis en Europa no parece tener fin...
- Ya lo estoy haciendo. El libro es, en su mayor parte,
un compendio de mis artículos sobre el tema y sigo publicando. Es una
historia que aun no ha terminado y que, lamentablemente, se está
convirtiendo en una tragedia
- Usted vivió los años posteriores a la Gran Depresión ¿ve similitudes entre aquellos tiempos y el momento actual?
- Hay similitudes pero también hay grandes diferencias.
La más importante es que, en la Gran Depresión, los Estados tenían muy
poca deuda pública cuando estalla la crisis y ahora los niveles de deuda
pública de partida ya eran muy elevados. Si Keynes viviera hoy no
abogaría por las mismas políticas que recomendó entonces porque su
análisis partía de que había una deficiencia de demanda, que se podía
suplir con gasto público y déficit para ir hacia el pleno empleo y, una
vez logrados esos resultados, intentar equilibrar el presupuesto. La
deuda, en ese caso, se podía emitir para convertirse en un estímulo
contracíclico. Esa no es una opción en estos momentos. Luego, además,
Europa tiene un problema específico derivado de la construcción del
euro. Así que la política hoy en día va a tener que distinguir entre los
estímulos que eventualmente se pueda rentabilizar y la que se dirige
simplemente a mantener un nivel de consumo que no es sostenible. O un
Estado de Bienestar que no se puede mantener, especialmente en Europa.
- ¿Cree que hemos aprendido la lección de aquellos errores?
- Desgraciadamente, estamos repitiendo los mismos
errores que en la Gran Depresión. Porque la idea que está impulsando
Alemania de que se puede reducir la deuda contrayendo el crecimiento es
no entender cómo funciona la economía. La deuda es un indicador que se
mide en relación al PIB. Si reduces el denominador, el PIB, aumenta el
peso de la deuda. Es un error básico que no se explica, especialmente
por parte de Alemania.
- En sus artículos es muy crítico con la
posición alemana. ¿Está de acuerdo con quienes dicen que Alemania ya ha
llevado a Europa a la catástrofe dos veces durante el último siglo, con
la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y que esta puede ser la tercera
ocasión?
- Alemania se ha convertido en la fuerza dominante de
Europa por el peso de su economía pero hay que comparar la situación de
la eurozona con el resto del sistema global. La zona euro es una
miniatura del sistema de Bretton Woods que se estableció tras la Segunda
Guerra Mundial y que subordinaba la periferia al centro, siendo Estados
Unidos el centro de ese sistema. Eso no era lo que quería Keynes, que
buscaba un modelo más equilibrado. EE UU quería mantener su papel de
potencia dominante y se ganó su derecho a la hegemonía gracias al Plan
Marshall. EE UU estaba dispuesto a hacer algunos sacrificios para
revivir Europa con ese plan y durante muchos años el sistema funcionó.
Alemania ahora ha emergido como la economía más fuerte de Europa y
podría ocupar el puesto que ocupó Estados Unidos tras la guerra, pero
para ello debería preocuparse por el bienestar de la periferia, no solo
por su propio interés nacional. Y ahí es donde Alemania está fracasando
en dar respuesta a ea oportunidad histórica. Esa es la tragedia griega
de hoy.
- Con su ataque a la libra, en 1992, Europa se
dio cuenta de que no podia sobrevivir como una Europa unida con
distintas monedas. ¿Podrá funcionar ahora con una moneda única?
- Yo soy un ferviente creyente en una sociedad abierta, una idea que fue inicialmente defendida por Karl Popper.
Europa era un bello sueño, un ideal muy inspirador. Pero en lo que se
está convirtiendo hoy es muy diferente de esa idea debido a los errores
en la introducción del euro y en las reglas impuestas por sus líderes.
Están imponiendo una falsa ideología, a través del tratado de Maastricht y el de Lisboa.
Las autoridades, en lugar de reconocer que todos cometemos errores y
que si eso sucede debemos corregirlo, insisten en seguir imponiendo unas
reglas que claramente no funcionan. En lugar de que la situación
mejore, sigue empeorando más y más. Alemania, que en la práctica está
dictando la política europea porque en las crisis financieras el
acreedor es el que tiene el mando, está haciendo lo mínimo para mantener
el euro unido pero no es suficiente y por eso la situación va a peor.
Si estuviera dispuesta a hacer todo lo que hay que hacer, lo máximo, la
situación podría empezar a mejorar. Pero para eso hay que empezar por
reconocer los errores cometidos.
- Adelante, dígame cuáles son esos errores.
- Los Estados miembros renunciaron a un derecho propio
cuando delegaron la capacidad de imprimir dinero en el Banco Central
Europeo (BCE). El resultado es que cuando los Estados se endeudaron lo
hicieron en una moneda que no controlaban, igual que en las crisis de
los países emergentes en los años 80 y 90. Como consecuencia de ello,
los mercados financieros han podido forzar la quiebra de algunos países
del euro, algo que nunca pasa si uno se endeuda en su propia divisa. Si
tienes control sobre tu divisa, ésta puede perder su valor, provocar
inflación, empeorar el tipo de cambio... pero siempre puedes pagar.
Cuando se introdujo el euro, los mercados declararon que los bonos
soberanos estaban libres de riesgo. Los bancos podían comprar cualquier
cantidad de esta deuda sin asumir ningún riesgo y, como resultado, las
entidades acumularon deuda de los países más débiles, los de la
periferia, España, Italia, Portugal... con el objetivo de ganar unos
cuantos puntos básicos más. Esa inyección de crédito creó un gran boom
inmobiliario en España, por ejemplo. Mientras tanto, Alemania, que
estaba asumiendo por entonces las deudas de la reunificación y tenía
mucha deuda, tuvo que ajustar sus presupuestos, adoptar reformas
estructurales, eliminar durante años los aumentos salariales y eso hizo a
Alemania mucho más competitiva, frente a países como España. La
convergencia de tipos de interés creó esa divergencia de competitividad.
Cuando estalla la crisis financiera y quiebra Lehman Brothers
en 2008, algunos países tienen que hacerse cargo de sus bancos, que
tienen altos niveles de deuda. España, que había manejado sus finanzas
muy bien y había emergido como un ejemplo de prudencia presupuestaria,
se embarcó en políticas contracíclicas para estimular la economía que
dispararon su deuda. Luego se produjo la revelación griega y los
mercados se dieron cuenta de que había un riesgo real de quiebra dentro
del euro y la prima de riesgo volvió a hacer su aparición.
Inversor y filantropo
En el último año ha destacado por capitanear un grupo de 1.300 empresarios y expolíticos para tratar de salvar el euro. A libros como La alquimia de las finanzas y La burbuja de la supremacía norteamericana suma ahora La tormenta financiera (Destino). Además, estrena matrimonio con Tamiko Bolton.
- Así que los mercados también cometen errores, no solo los políticos.
- Así es. Primero al considerar que la deuda de los
países más débiles está libre de riesgo y luego al darse cuenta de que
pueden hacer quebrar a los países, a no ser que las autoridades los
protejan de esos excesos. No lo están haciendo y por eso esta fracasando
la política. Es muy complicado, es una combinación de crisis soberana,
de crisis bancaria, divergencia competitiva y también una crisis
política. Hay que poner esos cuatro elementos juntos porque, después de
todo, Europa no es una nación, es una unión de países y cuando tienes
una crisis cada país trata de protegerse a si mismo y no piensa en
otros. Por eso Alemania tiene que cambiar su actitud 180 grados, tiene
que dar marcha atrás. En 1989 Alemania dijo “ya no tenemos política
exterior alemana, ya solo tenemos política exterior europea” y hoy dicen
justo lo contrario "no queremos ser el pagador“ de Europa.
- ¿Y con semejantes retos cree que el euro va a sobrevivir?
- Ahora soy muy, muy pesimista sobre su futuro como
consecuencia de su erróneo liderazgo. Hay un serio riesgo de que se
produzca un accidente, al estilo de Lehman Brothers cuando el sistema
financiero realmente se rompió. Pero lo que es aun peor es que si evitas
un accidente y haces lo mínimo para mantener el euro unido, entonces,
la Europa que salga de ahí será casi seguro lo contrario de una sociedad
abierta. Y ahí el verdadero peligro es que Europa quedará permanente
dividida entre acreedores y deudores. A los primeros siempre les irá
mejor que a los segundos porque estos tienen que pagar tipos de interés
mucho mayores por el capital y eso se convierte en una desventaja
permanente que ampliará las diferencias entre ambos. Así, la llamada
periferia estará permanentemente deprimida y dependiente del centro, que
acaparará toda la inversión y el talento, y que dejará a la periferia
permanentemente en crisis. Ese es el destino que le depara a España y a
Italia.
- Usted ha defendido la creación de una
Autoridad Fiscal Europea y de un fondo de alivio de la deuda. ¿Son las
soluciones a la crisis de deuda?
- Desgraciadamente las autoridades han reconocido que
la crisis bancaria y la soberana están intrínsecamente unidas y mi
propuesta serviría para afrontar ese problema. Cambiaría las cosas pero
las dinámicas políticas se imponen y llevan a Alemania a no asumir
ningún riesgo más en nombre de Europa, pese a que si el euro fracasa
ellos perderían mucho más dinero. Pero están decididos a no hacer nada
en esa dirección.
- ¿La propuesta hacia una unión bancaria no va en la buena dirección?
- Va en la buena dirección pero llevará mucho tiempo
ponerla en marcha y los mercados financieros no se van a quedar
esperando, van a presionar la prima de riesgo y a provocar la crisis del
euro. Ya lo están logrando. La última decisión del BCE [la rebaja de
tipos de interés en julio] duró una semana y los mercados volvieron
donde estaban. La situación solo va a empeorar.
- ¿Puede Europa conjugar los intereses políticos de los países y sus necesidades financieras?
- Alemania tiene una fuerte líder en Angela Merkel.
Los alemanes la creen, confían en que protegerá sus intereses. Pero
para Merkel va a ser muy difícil, si no imposible, convencer a los
alemanes de que la sigan en el empeño de lograr una Europa próspera,
porque eso son interese a largo plazo. A menos que lo consiga, los
países deudores van a tener que hacer un frente común aunque tampoco es
fácil. Merkel, como buena política, sabe bien cómo dividirlos. En ese
contexto, las dinámicas políticas llevarán al auge de gobiernos
nacionalistas extremistas en buena parte de Europa, lo que resulta
terrorífico porque eso provocará reivindicaciones imposibles de unos
contra otros y mucho resentimiento y hostilidad. En esa posición Europa
estará peor de lo que estaba hasta entonces, pero lo peor es que ese es
el escenario más probable.
- ¿La decisión del Banco Central Europeo de
hacer todo lo que sea necesario, para salvar financieramente a los
Estados, siempre que estos soliciten oficialmente esa ayuda, es el
camino adecuado para garantizar la supervivencia del euro?
- No. Es un paso en la dirección adecuada pero no va lo
suficientemente lejos para atajar la raíz del problema, el hecho de que
los Estados miembros no controlan la divisa en la que tienen denominada
su deuda. Pone un limite a la escalda de la prima de riesgo pero no es
suficiente para hacer que baje a niveles sostenibles.
- ¿Y la posibilidad planteada en algunos medios de que los países rescatados, incluida España, salgan del euro?
- Los cálculos que ha hecho la publicación a la que
usted se refiere son intrigantes pero incorrectos. Pero aun estoy
estudiando el tema y espero tener pronto unas conclusiones al respecto.
- ¿Qué hay sobre Estados Unidos? ¿Qué valoración hace de la presidencia de Obama, a quien apoyó activamente?
- Creo que no deberíamos ir por ahí, porque creo que
Europa es el tema verdaderamente importante en este momento, que lo que
le estoy contando es una gran novedad para el público y que si vamos por
otros temas, no profundizaremos en este.
- Pero estamos en puertas de una campaña
electoral donde la economía va a ser el argumento principal y la crisis
europea afecta a las posibilidades del actual presidente…
Soros tiene claro por qué concede la entrevista y se resiste a
salirse del guión. El antiguo tiburón financiero mira a los ojos a su
interlocutor y habla con lentitud, de forma reposada. A veces pierde el
hilo en la exposición, como si repitiera de forma un poco mecánica sus
argumentos o si su cabeza pergeñara otras ideas al margen de la
conversación. Su actitud cambia radicalmente al ser preguntado por su
teoría de la reflexividad y sus aplicaciones prácticas al mundo de las
finanzas y la economía. Porque aunque para el mundo sigue siendo el
especulador que tumbó la libra en 1992 y el inversor financiero de
éxito, él hace mucho que se siente por encima de todo filántropo y ansía
ser reconocido por sus trabajos intelectuales y sus teorías
filosóficas.
- Dice que no es muy optimista respecto al euro
¿Eso significa que pone su dinero donde dice su boca, por utilizar una
expresión americana?
- Bueno, lo interesante es que esta crisis no ha
forzado necesariamente a la baja al euro, de hecho aunque la crisis
empeora la moneda se mantiene relativamente estable. Yo hace mucho que
no soy un inversor activo en el mercado financiero pero si lo fuera no
estaría necesariamente corto en euros y sí en otros activos, como en
acciones europeas o en bonos italianos o algo así.
- Comparte con Keynes la máxima de que para tener éxito en sus inversiones, lo importante es aprender de sus errores.
- Claro que lo he aplicado en mis inversiones. Eso provoca una tremenda diferencia en los resultados.
- ¿George Soros sería el mismo personaje que conocemos si se hubiera quedado en Europa?- Si hubiera sido mejor estudiante habría podido dar clase en Kalamazoo, en la Universidad de Michigan. Sería profesor de Económicas. Pero no fui un buen estudiante, aprobé mis estudios pero sin grandes notas.
- ¿Pero siempre en Estados Unidos, no en Europa?
- Me temo que si.
- Usted ha escrito varios libros sobre la
teoría de la reflexividad y sus aplicaciones prácticas para la economía y
la inversión. Déme un ejemplo para que la gente entienda cómo funciona.
- La crisis del euro es la mejor demostración práctica
de la reflexividad. Si Europa adoptara mi propuesta sobre la autoridad
fiscal y el fondo de alivio de deuda, Europa se movería hacia un
equilibrio más benigno y no hacia un circulo vicioso. Eso significa la
reflexividad, uno puede hacer que cambie la situación si entiendes ese
término. Pero lo que las autoridades necesitan hacer es aprender bien
ese concepto y junto al del fracaso, que son los dos pilares de mi marco
conceptual. Voy a ponerle otro ejemplo mas concreto. Si Merkel
entendiera la reflexividad y ofreciera un premio por buen comportamiento
en lugar de imponer sanciones por mal comportamiento, podría cambiar la
marcha de la economía europea de ir hacia un pozo sin fondo a toda
velocidad o de ir hacia una sociedad prospera. ¿Tiene eso sentido para
usted o no?
- Yo pensaba en un caso más práctico.
- Es complicado pero es importante entender el concepto
porque la realidad es tan complicada que fallas, fallan los mercados y
las autoridades, y son esos errores los que han creado la crisis europea
y han hecho de Europa un lugar bastante deprimente. Reconocer esos
errores y la posibilidad de hacer que las cosas cambien podría conseguir
que el destino no se cumpliera. En el libro explico como en un
determinado momento, un cambio de políticas podría haberlo cambiado todo
y todavía sigue siendo el caso.
- Usted defiende que llevamos viviendo en una superburbuja desde los años 80. ¿Cuál será la próxima?
- Así es. La crisis del euro es una consecuencia
directa de la crisis de Lehman. Las fallas en la construcción del euro
se pusieron en evidencia cuando el sistema financiero se cayó. Lo que va
a pasar a continuación va a depender de las decisiones que la gente
tome. Pero si lo pudiera predecir, eso contradiría mi propia teoría. Esa
es una buena frase, ¿no cree?
FUENTE: http://economia.elpais.com/economia/2012/08/29/actualidad/1346251983_140396.html
COMENTARIOS SOBR LA NOTICIA DE LOS LECTORES DE "EL PAIS"
FUENTE: http://economia.elpais.com/economia/2012/08/29/actualidad/1346251983_140396.html
COMENTARIOS SOBR LA NOTICIA DE LOS LECTORES DE "EL PAIS"
gracias a estos energúmenos nos encontramos así...
Claro esta que ahi comenzaràn otros problema porque estos señores que
saben arreglarselas muy bien ya habràn trasferido las deudas a los
ciudadanos de otros lugares quienes finalmente pagaràn con sus ahorros
depositados en los bancos y que pasron a formar parte de bonos a los que
seguramete le reestructuraran sus acreencias.
No se dejen engañar por este señor, en mi paìs (Argentina) lo conocemos
muy bien, este famoso especulador seguramente tiene intereses
personales en Europa y seguirà apostando para lograr el mejor negocio.
Todo el sistema financiero Europeo esta al borde del colapso, pero los
polìticos de turno (funcionales al sistema) seguiràn haciendo de las
suyas para colocar a los paìses deudores en el peor lugar mientras
puedan sostener auque al borde de abismo a las economìas de manera que
puedan seguir obteniendo algùn probecho. Cuando se siga profundizando
los ajustes y todas las variables econòmicas sigan de mal en peor,
seguramente iràn por las empresas y por las energìas y finalmente un
puñados de señores se repartiràn el botìn. Cual es el limite??? El
limite es cuando la pressiòn social sea tan elevada e insoportable y los
ciudadanos salgan con las cacerolas a arrasar con los polìticos,
finalmente todo habrà terminado de la peor manera formandose asambleas
populares para organizarse y volver a comenzar.
Fiántropo?, puede ser que regale algo para obtener beneficio, de lo
contrario éste no da ni los buenos dias, los arrebata, los vende, les
gana dinero. Cuando se muera, se lo va a llevar todo al Valle de
Josafat.
¿Filántropo y pensador? Le recomendaría a la periodista la lectura de
el libro "El Imperio invisible" de Daniel Estulin, ahí conocerá a Soros y
su forma de entender la filantropía.
Soros de filántropo tiene lo que Zapatero de inteligente. Nada. ¿Cómo
va a ser filántropo uno de los tíos más ricos del mundo? Cómo no sea
para comerse a los hombres vivos....
No sé si sabéis quien es Soros. Es un buitre financiero que ha hecho
fortuna especulando. El ha apostado contra el euro y por eso lo ve muy
mal. Ya apostó contra la libra y ganó 1000 millones de dólares en una
tarde. Así que habrá que hacer todo lo contrario de lo que dice y su
libro que se lo compre su mayordomo.
Soros reconoce en el artículo que no tiene ni puñetera idea que efecto
tendría para España la salida del Euro. Pero si la salida de la crisis
no se hace evidente durante el próximo año (Septiembre de 2013) hay que
salir echando leches a partir de entonces. Tengo claro que habrá
revueltas en este país en el invierno 2013-2014 si no se da a este país
una salida, llamemosle motor de cambio más que solución. Si la gente
cree que se hace algo no sale a la calle. Por contra, una salida del
euro, ya en 2014, tras la revuelta, sería contraproducente a largo
plazo. Todo tiene un tiempo y el verano de 2013 es clave.
Si la intuición de George Soros,
sobre el futuro del euro se materializa, los únicos culpables fuimos
los países del mediterraneo de la zona euro, que no le exigimos a
nuestros corruptos políticos cuentas clara y nos dejamos engañar como
unos verdaderos tontos, viviendo muy por encima de nuestra
posibilidades, mientras los políticos y sus cómplices amasaban fortunas
ocultas en cuentas Suizas.
.La misma corporación mediática que en España dice al público quela Alemania insolidaria no quiere ayudar , en Alemania difunde que los españoles son unos vagos y que no se debe ayudarlos.Investigue quiénes son los dueños de este periódico.
Por las manos de este hombre, corre la miseria de muchos pueblos, ahora
es "filantropo" cuando ayer era un mercader de pobreza y miseria.
Cuantos millones de personas perdieron sus sueños y su oportunidad de
educarse y tener acceso a la salud por personajes como este. Este
hombre, algun dia deberia ser enjuiciado como a los nazis de la
postguerra por delitos contra la humanidad.
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