ENTREVISTA
Marty Baron, director del 'Washington Post'
'Si los periódicos no nos levantamos contra el poder, sacrificamos nuestro futuro'
Baron se subió hace unos días al pequeño escenario del auditorio donde se celebraba el simposio de periodismo digital de Austin y recitó sus nueve razones para "ser optimista sobre el futuro del periodismo". Lo hizo con modestia y tono tranquilo.
A la salida, muchos se acercaban a agradecerle sus ánimos. Otros le pedían atención. Un periodista colombiano le hablaba de un semanario en español en Washington propiedad del Post. Un ingeniero finlandés le enseñaba el prototipo de una tableta que se dobla. Con algunos hablaba en español, que aprendió para ser mejor reportero en Los Ángeles. Para la entrevista con EL MUNDO escogió el inglés. "Por las sutilezas", dijo (en perfecto castellano).
- ¿Era tan optimista antes de que Jeff Bezos comprara el 'Post'?
- Mi visión no ha cambiado. Hace año y medio, cuando todavía estaba en el Boston Globe, di un discurso parecido. Soy plenamente consciente de cuáles son los retos y las presiones, que siguen ahí. Muchos periódicos siguen recortando plantilla. Y también sé que los periódicos no son todo el sector de medios. Hay muchas iniciativas con cosas nuevas e interesantes que representan buenas oportunidades para hacer periodismo. Los medios tradicionales como nosotros tenemos que reinventarnos: hacer la transición hacia un futuro digital y seguir haciendo periodismo importante que tenga impacto. Conozco las presiones, pero también veo señales esperanzadoras.
- ¿Hasta qué punto es una cuestión de dinero?
- El dinero es importante, está claro. Necesitamos el dinero para hacer inversiones, para pensar a largo plazo, para experimentar durante un tiempo suficiente. Necesitamos propietarios con una perspectiva a largo plazo. Es una transición difícil y es importante no tener propietarios que quieran sacar dinero rápido y cuanto más mejor y que sean pesimistas sobre el futuro.
- ¿Cuál es su prioridad en la transición digital?
- Lo más importante es que en la redacción nos estamos concentrando en el tipo de periodismo que funciona bien en la web, con una escritura más informal y accesible y desplegando todas las herramientas que están a nuestro alcance, apoyándonos en las redes sociales o en los vídeos. Es una manera diferente de contar historias. También estamos pensando en nuevos productos (sobre los que por ahora no puedo hablar) y estamos pactando con periódicos locales en todo el país. Estamos invirtiendo en recursos tecnológicos. Más que nunca estamos convirtiéndonos en una empresa de tecnología. Es muy importante ser líderes en tecnología, no seguir a los demás.
- ¿Qué puede aprender la prensa de Amazon?
- Es importante crear una experiencia que guste al consumidor, crear un producto simple y accesible, y trabajar continuamente para satisfacer al cliente. Y hay que pensar a largo plazo. Esto es algo que podemos aprender de su experiencia.
- ¿Cómo se crece desde ahí?
- Hay un cierto tipo de periodismo que funciona muy bien en la web y estamos apostando con fuerza por él este año. Y esto ha producido buenos resultados. En febrero crecimos un 22% en usuarios únicos respecto al mismo mes del año anterior. Ahora tenemos 30 millones y queremos más.
- ¿Son las suscripciones digitales la respuesta?
- Eso esperamos. Tenemos un modelo de suscripción. Tampoco es la panacea para el sector en el ambiente actual, pero si se crea el producto adecuado la gente puede estar dispuesta a pagar por él. Queremos crear el producto que satisfaga a los clientes y les haga rascarse el bolsillo porque crean que merece la pena.
- ¿Es más independiente el periodismo que se apoya en los suscriptores y no tanto en los anunciantes?
- Ahora mismo, la publicidad es nuestra principal fuente de ingresos. Ya somos independientes de nuestros anunciantes. No hacemos nada sólo para satisfacer a nuestros anunciantes. Somos independientes periodísticamente. No es un debate para nosotros, pero por supuesto estamos buscando fuentes más diversificadas de ingresos.
- Tal vez sí es una cuestión en otros países como España.
- Ya veo lo que ha pasado. Acabo de conocer al nuevo director de El País, que era el corresponsal en Washington. Estuve en su despedida. Han echado al director de EL MUNDO, han echado al de El País y al de La Vanguardia. Estáis viendo en España lo que vimos en Estados Unidos con las presiones en el sector por la crisis financiera de 2007-2008 e internet.
- ¿Hasta qué punto tiene compensación económica para la empresa hacer periodismo agresivo de denuncia?
- Compensa mucho. Nuestros lectores esperan que lo hagamos. Eso es lo que nos diferencia, lo que nos distingue de otras instituciones periodísticas: el que seamos capaces de hacer ese importante trabajo. Eso es lo que crea la marca, por eso los lectores vienen a nosotros, por eso pasan más tiempo con nosotros del que pasan en otras webs. Es increíblemente importante que hagamos el periodismo que pide cuentas al poder. Si dejáramos de hacerlo, seríamos como todos los demás, como cualquiera. Una cosa que no queremos ser es sólo como todos los demás.
- ¿Dudó en publicar las filtraciones de Edward Snowden?
- No tuve ninguna duda. Obviamente pensamos mucho sobre ello y pensamos que habría debates sobre las fuentes y los métodos, que tradicionalmente no revelamos. Pero era un asunto político que privilegiaba enormemente la seguridad nacional a expensas de la intimidad del individuo. La política había sido aplicada casi por completo en secreto. El público americano no había podido participar en ese debate. Por eso era importante para los ciudadanos saber qué estaba pasando y cuáles eran sus implicaciones constitucionales. Era inconcebible que tuviéramos esa política sin ningún debate público.
- ¿Habría sido mejor no revelar la fuente?
- No puedo entrar en ese debate. No creo que hubiera permanecido en secreto mucho tiempo. Había maneras de saber quién era. No creo que importe tanto, pero él decidió dar el paso y revelar su identidad. Era cuestión de tiempo antes de que se hubiera sabido su nombre.
- Bob Woodward dice que él lo habría protegido mejor.
- Pregúntale a Bob.
- ¿Por qué le preocupa tanto la autocensura?
- Creo que es un problema. Por sus presiones financieras, muchos periódicos han decidido no ir contra nadie. Tienen miedo de hacerlo y les preocupan el riesgo, los costes legales y la retirada de anunciantes. Creo que también les preocupa que les critiquen por ser partidistas. No creen tener la suficiente fuerza financiera para levantarse contra el poder y dan un paso atrás. Es importante que no hagamos esto. Si los periódicos no nos levantamos contra el poder, sacrificamos nuestro futuro, nuestra identidad y nuestra razón de ser.
- ¿Afrontó esas presiones en el 'Boston Globe'?
- Publicamos una gran investigación sobre los abusos de curas en la Iglesia católica y cómo se taparon durante muchas décadas. La Iglesia era probablemente entonces la institución más poderosa de Boston. Aunque sabía que muchos lectores podrían sentirse alienados y estar en contra de esa investigación, la queríamos hacer porque por encima de todo los periódicos tienen que luchar por algo y publicar la verdad. Si no publicamos la verdad, ¿qué sentido tenemos?
- ¿El 'Globe' perdió lectores por ello?
- No creo que eso nos perjudicara. La documentación era tan sólida y las revelaciones eran tan llamativas que la mayoría se dio cuenta de que había un problema dentro de su iglesia que había que afrontar rápido y que, después de todo, habíamos hecho un servicio público.
- ¿Todavía hay recursos para dejar a periodistas investigar durante ocho meses como entonces?
- Espero que sí. Obviamente algunas instituciones sienten que no tienen ese dinero y que no lo están haciendo correctamente. Pero otras siguen investigando, como el periódico de Milwaukee, el de Sacramento y el de Bergen County, en Nueva Jersey, que destapó el escándalo del puente George Washington que ha afectado a Chris Christie. Creo que los propietarios y los directores tienen que reconocer que ésa es una gran prioridad.
- ¿Fue cuestión de dinero el no hacer el proyecto del periodista Ezra Klein en el 'Post'?
- Él no propuso hacer su proyecto dentro del Post. Propuso hacer una organización completamente aparte. Nunca propuso hacerlo en nombre nuestro o bajo el paraguas del Post. No tenía nada que ver con el futuro del Post sino con su propia empresa.
- ¿Cómo hay que integrar los datos en el reporterismo?
- Lo hacemos cada día. Lo hacemos en varios blogs. Lo hacemos con periodistas que miran datos y los utilizan como base para sus artículos. Es increíblemente importante. Estamos construyendo esta parte. Es una buena manera de contar historias, con más gráficos. Es más eficaz que un artículo tradicional sólo de texto.
- ¿Es bueno tener un departamento especial de datos?
- No, creo que es mejor integrarlo. Si quieres cambiar la cultura de una organización, es mejor repartir a todas esas personas por la redacción. Así ayudas al cambio.
- ¿Se han integrado del todo la web y el papel?
- Sí, no tenemos ningún problema. Estamos completamente integrados. No hay ninguna división cultural. Todo el mundo entiende lo que tenemos que hacer para transformarnos digitalmente y la gente lo apoya. Entienden que el futuro es digital. Miran a sus hijos y los ven utilizando dispositivos móviles. Ésta es la vida. Tenemos que afrontar la realidad.
- ¿Consideraría hacer un proyecto en español?
- Eso depende de la empresa, pero a mí me gustaría considerar cualquier cosa. Si alguien tiene una idea, que nos la traiga.
- Es un mercado enorme en Estados Unidos.
- Parte del asunto es que el mercado hispano en Estados Unidos se
concentra en radio y televisión. Son los medios que los hispanos
utilizan más. Univision es una de las grandes cadenas del país.
FUENTE:http://www.elmundo.es/television/2014/04/14/53493000268e3ef6698b4570.html
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