Rajoy se resiste al cambio en su vida en Moncloa
El presidente mantiene sus costumbres y hábitos familiares tras un año de mandato que no ha dudado en calificar como "durísimo"
El síndrome de la Moncloa no ha hecho mella en él. Es lo que aseguran allegados al presidente del Gobierno cuando está a punto de cumplirse un año desde que se asomó al balcón de la sede nacional del PP para celebrar su victoria absoluta en las urnas.
Un año para el que Mariano Rajoy ha elegido la palabra "durísimo" si hubiera que definirlo de la forma más escueta posible. Un año de cambios para España e, inevitablemente, también para su vida privada. Porque por mucho que estuviera acostumbrado a la dinámica propia de un líder político, llegar a la presidencia del Gobierno implica más preocupaciones, cambio de domicilio, arrastrar a la familia a un día a día distinto e intentar no caer en la pérdida de contacto con la realidad que tanto se ha achacado a otros predecesores.
Rajoy echa de menos pocas cosas de antes de ser presidente. Es una persona disciplinada, de hábitos muy familiares, y aunque, lógicamente, su agenda es más intensa, en sus ratos de ocio y de descanso mantiene las mismas costumbres y compañías de antes.
Intenta guardar la intimidad de sus hijos, de siete y trece años, pero no mantenerlos en secreto. Hasta ahora, no ha tenido ningún tipo de problema al respecto e, incluso, su primogénito le ha acompañado a algún partido de la selección española de fútbol.
Si no está de viaje, todos los días les acompaña en el desayuno antes de que se vayan al colegio, afirman fuentes de la Moncloa, las que aseguran que, si su trabajo se lo permite, intenta trasladarse de su despacho a su residencia con el tiempo suficiente para cenar con ellos y con su esposa, Elvira Fernández.
Su familia se ha adaptado bien a la nueva vida, y Rajoy atribuye un papel fundamental a su mujer para que los cambios se hayan producido de la manera más natural posible.
No hicieron muchas modificaciones en las dependencias de Moncloa. Se limitaron a pintar la vivienda y cambiar elementos del mobiliario utilizando piezas que ya estaban en la sede de la Presidencia del Gobierno. También, y de acuerdo con el Museo Reina Sofía, se cambiaron algunos cuadros del complejo.
Su padre vive allí, sus hermanos le visitan con regularidad, y con los amigos de toda la vida Rajoy mantiene el contacto aunque, evidentemente, con menos frecuencia que tiempo atrás por razones de agenda.
Si antes de llegar a la presidencia del Gobierno ya daba largas caminatas mañaneras para mantenerse en forma, ahora lo sigue haciendo. Nunca falta, ni en España ni en sus viajes al extranjero, una hora de ejercicio diario. Eso sí, está lejos del entrenamiento casi de profesional al que se sometía un presidente como José María Aznar. Rajoy no tiene un preparador físico, no sigue un programa muy exigente de ejercicios y no se ha impuesto una dieta especial.
No ha dejado de experimentar el placer que le supone fumarse un puro y podría definirse como una persona "de buen comer". Come de todo y con buen apetito, aunque las cenas las hace muy ligeras. Tal vez eso le permita conciliar el sueño con bastante facilidad, como él mismo ha confesado.
En materia de estética personal tampoco ha introducido novedades, y la principal asesora sigue siendo su mujer, que no se ha prodigado en muchos actos junto a su marido.
En su primer encuentro con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, bromeó comentando que, al igual que sus hijos, él también estaba estudiando inglés. Lo sigue haciendo de forma metódica, pero en ocasiones recibe clases los domingos porque no saca tiempo suficiente durante el resto de la semana. Y ha avanzado lo suficiente como para hacer sus pinitos en conversaciones de carácter informal con otros líderes extranjeros. Pero cuando llega la hora de las discusiones de calado nunca falta el intérprete.
Su afición al fútbol y al ciclismo sigue viva e intenta ver por televisión con sus hijos, sobre todo, partidos importantes como los que disputa la selección española. En la última vuelta ciclista a España también pudo seguir algunas de las etapas que discurrieron por Galicia, su tierra natal y a la que ha hecho alguna escapada privada y muchas por actos de partido desde que ganó las elecciones.
Pero no ha ido al cine en el año transcurrido. Es más, no ha acudido a una sala desde mucho antes de ganar esos comicios.
A partir de entonces, han sido mucho más frecuentes los desplazamientos en avión aunque no sea su medio de transporte favorito. Ha viajado mucho, con algunos desplazamientos bastante intensos, y lo piensa seguir haciendo porque considera que es esencial para fortalecer el papel de España en el exterior.
Las fuentes de su entorno aseguran que está decidido a seguir evitando el uso de avión oficial para actos de partido. Y a la hora de evitar, pretende seguir escapándose de quedar atrapado en la burbuja monclovita. Si no hay sobresaltos, le quedan tres años para continuar esquivándola.
COMENTARIOS DE LOS LECTORES DE " EL HERALDO DE ARAGON"
Un año para el que Mariano Rajoy ha elegido la palabra "durísimo" si hubiera que definirlo de la forma más escueta posible. Un año de cambios para España e, inevitablemente, también para su vida privada. Porque por mucho que estuviera acostumbrado a la dinámica propia de un líder político, llegar a la presidencia del Gobierno implica más preocupaciones, cambio de domicilio, arrastrar a la familia a un día a día distinto e intentar no caer en la pérdida de contacto con la realidad que tanto se ha achacado a otros predecesores.
Rajoy echa de menos pocas cosas de antes de ser presidente. Es una persona disciplinada, de hábitos muy familiares, y aunque, lógicamente, su agenda es más intensa, en sus ratos de ocio y de descanso mantiene las mismas costumbres y compañías de antes.
Intenta guardar la intimidad de sus hijos, de siete y trece años, pero no mantenerlos en secreto. Hasta ahora, no ha tenido ningún tipo de problema al respecto e, incluso, su primogénito le ha acompañado a algún partido de la selección española de fútbol.
Si no está de viaje, todos los días les acompaña en el desayuno antes de que se vayan al colegio, afirman fuentes de la Moncloa, las que aseguran que, si su trabajo se lo permite, intenta trasladarse de su despacho a su residencia con el tiempo suficiente para cenar con ellos y con su esposa, Elvira Fernández.
Su familia se ha adaptado bien a la nueva vida, y Rajoy atribuye un papel fundamental a su mujer para que los cambios se hayan producido de la manera más natural posible.
No hicieron muchas modificaciones en las dependencias de Moncloa. Se limitaron a pintar la vivienda y cambiar elementos del mobiliario utilizando piezas que ya estaban en la sede de la Presidencia del Gobierno. También, y de acuerdo con el Museo Reina Sofía, se cambiaron algunos cuadros del complejo.
Su padre vive allí, sus hermanos le visitan con regularidad, y con los amigos de toda la vida Rajoy mantiene el contacto aunque, evidentemente, con menos frecuencia que tiempo atrás por razones de agenda.
Si antes de llegar a la presidencia del Gobierno ya daba largas caminatas mañaneras para mantenerse en forma, ahora lo sigue haciendo. Nunca falta, ni en España ni en sus viajes al extranjero, una hora de ejercicio diario. Eso sí, está lejos del entrenamiento casi de profesional al que se sometía un presidente como José María Aznar. Rajoy no tiene un preparador físico, no sigue un programa muy exigente de ejercicios y no se ha impuesto una dieta especial.
No ha dejado de experimentar el placer que le supone fumarse un puro y podría definirse como una persona "de buen comer". Come de todo y con buen apetito, aunque las cenas las hace muy ligeras. Tal vez eso le permita conciliar el sueño con bastante facilidad, como él mismo ha confesado.
En materia de estética personal tampoco ha introducido novedades, y la principal asesora sigue siendo su mujer, que no se ha prodigado en muchos actos junto a su marido.
En su primer encuentro con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, bromeó comentando que, al igual que sus hijos, él también estaba estudiando inglés. Lo sigue haciendo de forma metódica, pero en ocasiones recibe clases los domingos porque no saca tiempo suficiente durante el resto de la semana. Y ha avanzado lo suficiente como para hacer sus pinitos en conversaciones de carácter informal con otros líderes extranjeros. Pero cuando llega la hora de las discusiones de calado nunca falta el intérprete.
Su afición al fútbol y al ciclismo sigue viva e intenta ver por televisión con sus hijos, sobre todo, partidos importantes como los que disputa la selección española. En la última vuelta ciclista a España también pudo seguir algunas de las etapas que discurrieron por Galicia, su tierra natal y a la que ha hecho alguna escapada privada y muchas por actos de partido desde que ganó las elecciones.
Pero no ha ido al cine en el año transcurrido. Es más, no ha acudido a una sala desde mucho antes de ganar esos comicios.
A partir de entonces, han sido mucho más frecuentes los desplazamientos en avión aunque no sea su medio de transporte favorito. Ha viajado mucho, con algunos desplazamientos bastante intensos, y lo piensa seguir haciendo porque considera que es esencial para fortalecer el papel de España en el exterior.
Las fuentes de su entorno aseguran que está decidido a seguir evitando el uso de avión oficial para actos de partido. Y a la hora de evitar, pretende seguir escapándose de quedar atrapado en la burbuja monclovita. Si no hay sobresaltos, le quedan tres años para continuar esquivándola.
COMENTARIOS DE LOS LECTORES DE " EL HERALDO DE ARAGON"
- qué vida tan desastrosa la suya y la que está
haciendo vivir a muchos ESPAÑOLES . No creo recordar tantas mentiras
juntas en tan poco tiempo. y lo malo es que no quiere irse. Le gusta eso
de ser un titere en manos ajenas.
-
Cuanta ponzoña has echado en estos años
sobre el gobierno anterior, y ahora resulta que te puso aznar por que
rato no quiso, la democracia del PP. Si hubieras ayudado a zapatero,
aunque hubiese sido con condiciones, ahora no estariamos como estamos, y
tu tampoco deonde estas. Pero, según Montoro, habia que dejar caer al
zapatero, para que tu levantaras España....aunque las olas del mar
CAsPIO levanten Marea Blanca. Ya tienes lo que has perseguido toda tu
vida. Ahora, en "=!$, aprovechando que en las europeas no vota ni el
tato, solo vosotros, como en Galicia, que con CIENTO CUARENTA MIL VOTOS
MENOS, teneis mas escaños, pues convocas elecciones, y otros cuatro
años. Y despues, como tu jefe, cuando gobiernen otros, a desprestigiar a
España por el mundo....pero la gente sigue votandoos...pues agua ya
ajioPPPero.
-
El no cambia su vida en la Moncloa pero lo que si ha hecho es hacer cambiar de vida a millones de españoles, pero a peor.
Cambio hacia la miseria, la desesperación, desesperanza, desilusión, y a algunos a la emigración.
-
Ocho años de codicia y anhelo, ocho años
suspirando por esa poltrona en la Moncloa, ocho años prometiendo
imposibles, mintiendo a sabiendas que el compromiso u ofrecimiento, eran
quimeras, delirios, meras fantasías inviables y ficticias. Ocho años de
deslealtad a “compañeros” de cruzada a los que no dudó, abandonar a su
suerte en la tormenta. Ocho años para lograr el objetivo: sentarse en la
Moncloa. Son muchos años de entrega y voracidad, para abandonar ahora.
Ahora, ni con agua caliente se puede sacar a este del sillón de la
Moncloa.
-
Hablar ingles? Primero tendria que
aprender a vocalizar bien en español que es bastante farfalloso. Y
porque su padre vive en Moncloa a costa de todos los españoles, porque
supongo que los gastos de agua, gas, luz..etc los pagamos todos y su
padre seguro que no vive a la intemperie. Tambien cierra las piscinas
para que hagan natación sus familiares?.
-
A el no se si le ha cambiado la vida, pero a los Aragoneses, vamos a toda velocidad, hacia la probreza, total y absoluta.
-
Zp lo hizo mal, pero Rajoy está hundiendo España. En un año no se pueden cometer más barbaridades.
-
este moñas es un impresentable en todos
los aspectos.....si no quiere cambiar que se largue de una vez y nos
deje en paz.....España se lo agradecerá.
-
¿Esto es una nota de prensa de Moncloa?
Porque a Galicia fue en el Falcon a un mitin, y lo del inglés es de
traca, ya lo vimos en aquella cumbre europea que estaba en un rincón sin
hablar con nadie porque no tiene ni idea de inglés ¿no estaba
aprendiendo con el método ese de las 1000 palabras? Lo malo es que el de
enfrente en vez de mil usa diez mil, con lo cual con suerte entenderá
una de cada 10 palabras que diga.
FUENTE: http://www.heraldo.es/noticias/nacional/2012/11/18/rajoy_resiste_cambio_vida_moncloa_212211_305.html
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