TRIBUNA
POLÍTICA
España, el relato de un cambio
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El presidente del Gobierno hace balance de los tres primeros años de su legislatura en los que gracias a las reformas económicas y al esfuerzo de todos los españoles, afirma, el país ha conseguido superar la crisis.
LUIS PAREJO
A TRES años de su comienzo y a un año del final de la misma ¿qué podemos decir ya de esta legislatura? Cada día escuchamos y leemos, como es lógico, opiniones muy distintas: unas más negativas, otras más positivas. Y, sin embargo, creo sinceramente que hay una afirmación que puede ser un punto de encuentro para todos. Creo, en efecto, que ya podemos decir, sin temor a equivocarnos, que esta legislatura va a terminar mejor que como empezó. Que vamos a pasar del agujero negro de la recesión a un horizonte de recuperación consolidada. Que la España de 2015, en definitiva, va a ser mucho mejor que la España de 2011.
No es, ciertamente, momento de euforias. Nos acosan aún muchos problemas: el mayor de ellos, el paro. Pero sí es un momento en el que, con la suficiente perspectiva, podemos intuir cuál es el relato que ha de quedar de estos tres años. Es el relato de un país que no se dejó hundir, que no se resignó, que supo sufrir para ganar su futuro y que puede estar orgulloso de ello. Y si en alguna ocasión se ha dicho que todas las empresas nobles empiezan siendo imposibles, la responsabilidad y los esfuerzos de los españoles, junto a las medidas impulsadas por el Gobierno más reformista de nuestra historia democrática, han demostrado que escribir este relato era posible.
Es verdad que no siempre somos los mejores jueces de nosotros mismos. Que necesitamos una mirada ajena que confirme nuestras impresiones. En este caso, podría recurrir a la fría realidad de los datos: por ejemplo, al llegar al Gobierno, el paro aumentaba a un ritmo del 7,5% anual, y hoy baja a un ritmo anual del 5,9%. Con la afiliación a la Seguridad Social ocurre lo mismo: hemos pasado de una caída anual del 2% a un incremento del 2%. Éramos el país con mayor destrucción de empleo de Europa; hoy, somos el que más empleo está creando. E incluso hay vuelcos que, hace poco, nadie podía imaginar: de estar en el furgón de cola de la recesión, hemos pasado a situarnos como la vanguardia del crecimiento en Europa. Y detrás de cada dato positivo -no lo olvidemos- hay personas con nombres y apellidos.
«Somos inconformistas: sabemos que el secreto del éxito, como dijo Disraeli, es la constancia en el propósito»
Sin duda son cifras elocuentes, pero más allá de los guarismos, me
gustaría remitirme a una experiencia, a mi juicio, muy significativa. En
junio de 2012, a los seis meses de mi investidura como presidente del
Gobierno, tuve el honor de representar a España en la Cumbre del G-20
celebrada en la ciudad mexicana de Los Cabos. Entonces España parecía el
enfermo de Europa; nuestra recesión era galopante, el aumento del paro,
dramático; el déficit estaba desbocado, nuestro sistema financiero
amenazaba quiebra y la prima de riesgo -¿se acuerdan?- nos asfixiaba
cada día. La prensa internacional nos dedicaba titulares tan realistas
como ásperos. España, según parecía, tenía un pie fuera del euro. Y era
un pesado lastre que ponía en peligro la recuperación de toda Europa e
incluso la misma existencia de la moneda única. Junto a estas
afirmaciones, había también una pregunta: ¿cuándo van a pedir ustedes el
rescate? No podíamos responder a esa pregunta alegando que nuestros
problemas eran herencia del pasado. A cambio, teníamos la mejor réplica
posible: rescatarnos a nosotros mismos. Así se dijo y así se ha hecho. Pero hemos logrado ir más allá. Y esto también he podido comprobarlo de primera mano. Hace apenas unos días, en la Cumbre del G-20 celebrada en Brisbane, Australia, acudí de nuevo en representación de nuestro país. Siempre es un orgullo hacerlo. Pero, en esta ocasión tuve, además, una satisfacción muy especial, que creo que todo español puede compartir: a España se le reservó el primer lugar de las intervenciones, y no fue por azar. Fue porque, en un foro de tanto prestigio, las naciones más importantes del mundo quisieron ponernos como caso de éxito. Como ejemplo de país capaz de salir de la crisis y abrazar la recuperación a través del impulso de una agenda intensiva de reformas.
Estos reconocimientos y la propia evolución de las cifras demuestran que nuestros esfuerzos no han sido en vano. Las reformas pueden tardar más o menos en dar fruto, pero dan fruto cierto. A los datos me remito, la reforma laboral está detrás de la mejora en el empleo que está creciendo a un ritmo muy superior al que tradicionalmente se producía en España con estas tasas de actividad económica. La reforma financiera apuntaló nuestro sistema bancario y nos ha permitido superar con éxito las últimas pruebas de estrés de la banca europea. Y si la responsabilidad conjunta de Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos ha saneado nuestras cuentas, la reforma de nuestras administraciones públicas las ha hecho más ágiles y más eficientes. Así podría seguir hasta el final de la página enumerando tantas otras reformas, cada cual más ambiciosa: la reforma de la pensiones, la energética, la Ley de Calidad de la Educación, la reforma local, la de la función pública, la Ley de Unidad de Mercado, la Ley de Desindexación y tantas otras.
Nada de esto ha sido fácil. Nunca lo es transformar la realidad. Y hoy, al volver la mirada atrás, cualquier español sabe los esfuerzos que ha tenido que hacer. El propio Gobierno, nada más tomar posesión, tuvo que ajustar su programa a una realidad desoladora. Tuvimos que tomar medidas duras. No había otra alternativa, ni teníamos otra opción: o interveníamos con decisión, o nos intervenían.
Al cabo de tres años, hemos visto que algunas decisiones no sólo eran necesarias, sino que eran las decisiones correctas. Unos resultados pudimos verlos pronto: así, donde otros países europeos se vieron obligados a la reducción de su Estado del Bienestar, España ha podido, pese a todo, seguir haciendo política social y mantener incólumes sus prestaciones esenciales. Y otros resultados no tardarán en verse: el nuevo escenario económico, y la recuperación de los ingresos públicos por fin nos ha permitido acometer una importante reforma fiscal, que esta misma semana se ha aprobado definitivamente. Así, el próximo mes de enero, los españoles verán que la única reducción drástica que les afecta es la bajada de impuestos.
NADA DE esto hubiera sido posible sin la responsabilidad de la sociedad española y sin un elemento de extraordinario valor político: la estabilidad institucional. Afrontar una tarea reformista como la que hemos llevado a cabo en estos tres años no hubiera sido posible en medio de vaivenes o incertidumbres y, menos aún en un escenario de revisión completa de nuestro marco institucional. Si hoy España es el país que más crece de la zona euro se debe a que es el país donde más reformas se han podido hacer porque su Gobierno creía en ellas y contaba con la fuerza y el apoyo parlamentario para llevarlas a cabo. La estabilidad política también contribuye, y de forma muy significativa, en el crecimiento de la actividad económica de un país, en la cotización de sus empresas y en el bienestar de sus ciudadanos.
La legislatura no está acabada, todavía nos queda por delante un intenso año de reformas, incluidas las que presentaré la próxima semana ante el Congreso para mejorar la lucha contra la corrupción. Somos inconformistas: sabemos que el secreto del éxito -como dijo el gran político Disraeli- es la constancia en el propósito. Con la misma perseverancia y la misma determinación de estos tres años seguiremos trabajando para cumplir el mandato que nos dieron las urnas: sacar a España de la crisis, fijar pilares sólidos para el futuro y volver a sentirnos orgullosos de un país que tiene una historia de éxito que merece ser contada.
http://www.elmundo.es/opinion/2014/11/20/546e5ed522601d18458b4589.html
FUENTE:
ESTA ES LA AUTENTICA REALIDAD DESDE QUE GOBIERNA ESTE DESECHO
LABORAL
La caída generalizada de los salarios
Un tercio, 'seiscientoseurista'
La OCDE y el FMI, que siguen recetando a España que profundice aún
más en la moderación salarial, deberán actualizar la estadística laboral
de un país en el que las rentas de trabajo son las que más ingresos
aportan al Estado. Un tercio de los asalariados (34%), 5,7 millones, son seiscientoseuristas. Se trata de la nueva generación salarial que ha dejado atrás al mileurismo de antes de la crisis.
Cobran el equivalente al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), unos
9.034 euros al año, es decir, una media de 645 euros al mes en 14 pagas.
Estas cifras, publicadas ayer por la Agencia Tributaria a partir de los datos proporcionados por los empleadores en la Declaración Anual de Retenciones e Ingresos a Cuenta sobre Rendimientos del Trabajo (Modelo 190) en 2013, dan una idea de la contundencia de la crisis en el mercado laboral y, a la vez, de la evolución de la precariedad. Y es que, este salario no es el que abona una sola empresa, sino que corresponde al acumulado de las percepciones anuales que, en algunos casos, supera las 1,6 de media por persona.
En este colectivo se encuentran los trabajadores más jóvenes, donde se concentra más la rotación laboral. Pero, el seiscientoseurismo se extiende también por todos los tramos de edad, incluso en los más elevados.
Así, aquí está el 86% de los jóvenes de menos de 18 años que tienen empleo (33.681 personas) y el 74,7% (1.107.104) de los que figuran con una edad de entre 18 y 25 años. A ellos, se suma el 38% (1.646.016) de los que se encuentran en el tramo de 26 a 35 años, y el 28,7% (1.427.204) de los que tienen entre 36 y 45 años. También aparece uno de cada cuatro asalariados (956.603) de entre 44 y 55 años, y el 26% (493.780) de los que tienen entre 56 a 65 años. Y, curiosamente, también se encuentra el 63,7% (87.652 personas) del total de los trabajadores que han decidido prolongar su vida laboral después de cumplir los 65 años que, ante la posibilidad de una pensión exigua, siguen trabajando.
Los sueldos no parecen gran cosa ahora. Así, por tramos de renta hacia arriba, a este grupo le sigue otro colectivo importante de casi dos millones de personas, que ganan entre una y 1,5 veces el SMI (9.034 a 13.551 euros al año, entre 645 euros y 970 euros al mes en 14 pagas). Por tanto, hay casi 7,7 millones de trabajadores, el 46,4% de los asalariados totales, que ganan por debajo o muy por debajo de los mil euros. En el siguiente tramo, que comprende a quienes obtienen entre 970 y 1.290 euros al mes (entre 13.551 y 18.068 euros), hay nada menos que otros 2,2 millones de asalariados.
Según estos datos proporcionados por las empresas a Hacienda, en 2013 había 16.682.061 asalariados en España, 381.081 menos que en el año anterior y 2,6 millones menos que cuando comenzó la crisis. La media salarial es de 18.505 euros anuales (1.342 euros mensuales), un 1,4% menos que en el año anterior.
En cuanto a las rentas medias y medias altas, es decir, por encima de 18.068 euros (dos veces el SMI) hasta por ejemplo 45.000 euros (cinco veces el SMI), hay casi el mismo número que de seiscientoseuristas (unos 5,7 millones). Y es aquí donde parece que se ha concentrado el ajuste en el último año, porque hay 250.000 menos que hace un año. Pero, la media salarial de este colectivo es prácticamente la misma del año pasado (unos 31.000 euros).
En el tramo más alto de estas rentas del trabajo se observa que hay menos personas, posiblemente porque en algunos casos los ejecutivos se pueden diseñar el sueldo a cambio de otras prestaciones y han desaparecido del top, o quizá porque también les ha llegado el ajuste. Sin embargo, han aumentado sus sueldos.
Según las empresas, sólo hay 125.191 personas (7.000 menos que hace un año y 70.000 menos desde que empezó la crisis) que cobran 10 veces el equivalente al SMI. Es decir, sólo el 0,7% de los asalariados percibió en 2013 más de 90.342 euros anuales (más de 6.500 euros al mes). En cualquier caso, el sueldo medio de este grupo creció hasta los 147.320 euros, frente a los 146.312 de hace un año y los 129.852 de cuando comenzó la crisis.
FUENTE:http://www.elmundo.es/economia/2014/11/21/546e5c3dca4741a15b8b457d.html
COMENTARIOS DE LOS LECTORES DE 'EL MUNDO '
Estas cifras, publicadas ayer por la Agencia Tributaria a partir de los datos proporcionados por los empleadores en la Declaración Anual de Retenciones e Ingresos a Cuenta sobre Rendimientos del Trabajo (Modelo 190) en 2013, dan una idea de la contundencia de la crisis en el mercado laboral y, a la vez, de la evolución de la precariedad. Y es que, este salario no es el que abona una sola empresa, sino que corresponde al acumulado de las percepciones anuales que, en algunos casos, supera las 1,6 de media por persona.
En este colectivo se encuentran los trabajadores más jóvenes, donde se concentra más la rotación laboral. Pero, el seiscientoseurismo se extiende también por todos los tramos de edad, incluso en los más elevados.
Así, aquí está el 86% de los jóvenes de menos de 18 años que tienen empleo (33.681 personas) y el 74,7% (1.107.104) de los que figuran con una edad de entre 18 y 25 años. A ellos, se suma el 38% (1.646.016) de los que se encuentran en el tramo de 26 a 35 años, y el 28,7% (1.427.204) de los que tienen entre 36 y 45 años. También aparece uno de cada cuatro asalariados (956.603) de entre 44 y 55 años, y el 26% (493.780) de los que tienen entre 56 a 65 años. Y, curiosamente, también se encuentra el 63,7% (87.652 personas) del total de los trabajadores que han decidido prolongar su vida laboral después de cumplir los 65 años que, ante la posibilidad de una pensión exigua, siguen trabajando.
Los sueldos no parecen gran cosa ahora. Así, por tramos de renta hacia arriba, a este grupo le sigue otro colectivo importante de casi dos millones de personas, que ganan entre una y 1,5 veces el SMI (9.034 a 13.551 euros al año, entre 645 euros y 970 euros al mes en 14 pagas). Por tanto, hay casi 7,7 millones de trabajadores, el 46,4% de los asalariados totales, que ganan por debajo o muy por debajo de los mil euros. En el siguiente tramo, que comprende a quienes obtienen entre 970 y 1.290 euros al mes (entre 13.551 y 18.068 euros), hay nada menos que otros 2,2 millones de asalariados.
Según estos datos proporcionados por las empresas a Hacienda, en 2013 había 16.682.061 asalariados en España, 381.081 menos que en el año anterior y 2,6 millones menos que cuando comenzó la crisis. La media salarial es de 18.505 euros anuales (1.342 euros mensuales), un 1,4% menos que en el año anterior.
En cuanto a las rentas medias y medias altas, es decir, por encima de 18.068 euros (dos veces el SMI) hasta por ejemplo 45.000 euros (cinco veces el SMI), hay casi el mismo número que de seiscientoseuristas (unos 5,7 millones). Y es aquí donde parece que se ha concentrado el ajuste en el último año, porque hay 250.000 menos que hace un año. Pero, la media salarial de este colectivo es prácticamente la misma del año pasado (unos 31.000 euros).
En el tramo más alto de estas rentas del trabajo se observa que hay menos personas, posiblemente porque en algunos casos los ejecutivos se pueden diseñar el sueldo a cambio de otras prestaciones y han desaparecido del top, o quizá porque también les ha llegado el ajuste. Sin embargo, han aumentado sus sueldos.
Según las empresas, sólo hay 125.191 personas (7.000 menos que hace un año y 70.000 menos desde que empezó la crisis) que cobran 10 veces el equivalente al SMI. Es decir, sólo el 0,7% de los asalariados percibió en 2013 más de 90.342 euros anuales (más de 6.500 euros al mes). En cualquier caso, el sueldo medio de este grupo creció hasta los 147.320 euros, frente a los 146.312 de hace un año y los 129.852 de cuando comenzó la crisis.
FUENTE:http://www.elmundo.es/economia/2014/11/21/546e5c3dca4741a15b8b457d.html
COMENTARIOS DE LOS LECTORES DE 'EL MUNDO '
Quién iba a pensar hace unos años que tener un
sueldo mileurista iba a ser un lujo.... Así como demonios quieren que se
recupere el consumo?
alvar0
el SMI es de risa, en muchas ciudades españolas
es imposible vivir con ese sueldo. El SMI debería subir pero YA! no se
puede decir que con tal de que baje el paro todo vale, aunque sean
trabajos precarios, para eso nos quedamos como estamos! el SMI debería
irse aproximando a los 1000 euros que es una cantidad mínima que
considero justa para cualquier persona que desempeñe un trabajo a tiempo
completo
Canary_Joven
Y eso que el Sr Julio Anquita no era santo de mi
devoción, pero si estuviese ahora mismo liderando algo, lo que sea, a
pesar de mis pensamientos un poco contrarios, le votaría pero sin
pensarlo, salto de un lao pal otro como el que coge un taxi rápido
jjjjjj.....porque al menos argumenta y con firmesa independientemente de
ideologías e historietas de canta mañanas.
Canary_Joven
Anguita no era santo de mi devoción pero ya digo
en su momento que el salario mínimo interprofesional debía subir. Anda
que si retomo atrás y con el pensamiento que tengo, me decanto por un Sr
como Anguita, mira si le di vuelta a la tortilla Española
jjjjjjjjjjjjjj Falta algún político que argumente ya que roban. SEÑORES
POLÍTICOS ME PARECE PERFECTO QUE TENGAN QUE COBRAR COMO PARA VIVIR
BASTANTE BIEN, PERO INTENTEN NO ROBAR, HAGAN UN ESFUERCITO !!
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