martes, 20 de marzo de 2012

"LA NOTICIA DIARIA SOBRE LA ESPAÑA CORRUPTA "

El exchófer de Guerrero afirma que tomaban al día cinco gramos de cocaína

El exconductor, acusado de 11 delitos tras afirmar que gastó en cocaína y fiestas dinero público


Subvenciones públicas y conceptos vergonzantes. Juan Francisco Trujillo, antiguo chófer del ex director general de Trabajo Javier Guerrero, ha ratificado ante la juez del caso de los ERE, Mercedes Alaya, que le imputa 11 delitos, su insólita declaración policial. Trujillo ha puntualizado que durante tres años gastó alrededor de 25.000 euros al mes para comprar cocaína junto a su exjefe, con el que compartió “maratonianas jornadas” en las que llegaron a consumir hasta cinco gramos diarios de cocaína. El dinero que dice que se gastó en droga habría supuesto un consumo de casi 14 gramos al día de media, una cantidad imposible para dos personas.
El conductor recibió en subvenciones 1,3 millones, de los cuales 450.000 euros compartió con el exalcalde pedáneo socialista de Llanos del Sotillo. Pues bien, excepto algo más de 500.000 euros gastados en dos fincas y un piso, Trujillo asegura que gastó casi un millón, principalmente, en cocaína y una pequeña parte en alcohol, regalos, un piano, teléfonos móviles, bolígrafos y ropa.

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El exchófer ha contado que elaboró las “bolsitas” con cocaína para Guerrero, que adquirió la droga en la barriada sevillana de las Tres Mil Viviendas, e incluso ha identificado a su camello, llamado Goyo, hijo del dueño del hotel Posada del Moro en Cazalla de la Sierra (Sevilla), que recibió 900.000 euros y adonde acudía frecuentemente a comer el diputado socialista José Antonio Viera, según declaró Guerrero a la juez.
Trujillo ha estado “temblando, ojeroso y muy bajo de ánimo”, según uno de los letrados presentes en la declaración, que continúa en estos momentos con las preguntas de la Fiscalía Anticorrupción y las partes.
El exchófer realizó dos informes falsos por 6.000 euros a las empresas Dhul y Delphi, cuyos ERE subvencionó la Consejería de Empleo, según su testimonio. El relato ha sido una enumeración de barbaridades realizadas gracias a los fondos públicos durante los años 2003 y 2007 en los que Trujillo compartió tropelías con Guerrero.
Si al comienzo de la declaración Mercedes Alaya le imputó 11 delitos (cuatro continuados de cohecho, malversación, prevaricación y tráfico de influencias; tres de obtención indebida de subvenciones; falsedad en documento mercantil; y tres de falsedad en documento oficial), de su testimonio se deduce que Trujillo abandonará los juzgados con otros delitos añadidos como alzamiento de bienes, fraude a la Seguridad Social y tráfico de drogas, según estimaciones de los letrados presentes.
Trujillo ha contado cómo en el despacho de Guerrero falsificó la firma de su madre, Estrella Blanco, para que esta percibiera una póliza de 122.649 euros, importe que también se gastó en cocaína. La juez ha dado al imputado 10 días para que justifique la venta el pasado noviembre de una de las fincas que adquirió, ante la posibilidad de que haya cometido otro delito añadido.
El antiguo empleado del ex director general ha afirmado que este presumía de su poder al conceder subvenciones, y pasaba la jornada por las tardes en un bar de copas mientras despachaba asuntos con diferentes personas. Estas pasaban por su despacho oficial en los días siguientes a sus encuentros en el pub. El exchófer ha admitido que todos los conceptos de sus firmas fueron falsos y que mintió en cuanto al destino “ficticio” de los 1,47 millones que percibió en fondos públicos.
Durante su declaración, Trujillo ha señalado que recuerda cómo Guerrero mantuvo dos reuniones con el exconsejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, y de una de ellas salió contento y de la otra contrariado.
Guerrero, que lleva 10 días en prisión preventiva sin fianza, solo contestó a las preguntas de su defensa y uno de los argumentos de la Fiscalía Anticorrupción para solicitar su ingreso en prisión fue que no había contestado a sus preguntas y había rechazado colaborar con la justicia.
El abogado de Javier Guerrero ha pedido la libertad de su defendido tras la declaración de su exchófer. El letrado Fernando de Pablo alega ante la juez del caso, Mercedes Alaya, que Trujillo es la única persona que podría ser presionado por Guerrero, una de las causas por la que la magistrada encarceló al ex director general, además del riesgo de fuga. “Guerrero lo ha contado todo en su declaración” y ya solo quedan por aclarar “expedientes sueltos, de perfil bajo, en los que no puede presionar a nadie”, dijo De Pablo, que rechaza el riesgo de fuga porque Guerrero pidió el reingreso como funcionario en la Junta.

FUENTE:http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/03/20/andalucia/1332239487_938799.html

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