EUROPA
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Referéndum sobre la ampliación de los días libres
Los suizos no quieren más vacaciones
Mientras sus vecinos del sur de Europa se comen las lentejas y asumen
a regañadientes las obligadas ampliaciones de jornada laboral y los
reajustes salariales, ellos le hacen ascos al caramelo y se oponen a
ampliar sus vacaciones. Los suizos prefieren quedarse como hasta ahora: trabajar todo el año y descansar sólo cuatro semanas en lugar de seis.
Este domingo los ciudadanos votan una iniciativa que propone ampliar las vacaciones legales pagadas, aunque, según los sondeos, la mayoría se pronunciará en contra de la medida sugerida por el sindicato Travail Suisse. Según una encuesta de RTS realizada esta semana, sólo un 30% es partidario de la ampliación del descanso.
La negativa no esconde un gesto de solidaridad con los vecinos europeos sometidos a ajustes y reformas laborales no deseadas, sino más bien el miedo a acabar como ellos. Por un lado, las empresas creen que esas “vacaciones que impiden trabajar en paz”, como las define el diario LeTemps, podrían perjudicar la competitividad del país al aumentar el coste del trabajo.
Por su parte los ciudadanos temen que la iniciativa haga subir el paro, aunque lo cierto es que Suiza es uno de los países con la tasa de desempleo más baja de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Con sólo un 4,2% de su población activa desocupada, el estado roza el pleno empleo. Es el argumento que alegan en su defensa los promotores de la iniciativa, que creen además que la medida ayudará a reducir el estrés que ya afecta a un tercio de los trabajadores.
De hecho, la productividad en el país ha aumentado un 20% entre 1992 y 2007, según datos de los sindicatos del país, que consideran que ya es hora de que los empleados sean compensados por su esfuerzo.
Los detractores de la propuesta alegan que el país disfruta ya de facto de 4,8 semanas de vacaciones entre los activos de entre 20 y 49 años, mientras que para los mayores de 50 el descanso es de 5,5 semanas. “En el país de la prosperidad industrial, sus ciudadanos tienen miedo, pues creen que esta felicidad tiene un precio”, señala el periódico 'Le Matin'.
Hace medio siglo que Ginebra inscribió el descanso pagado en sus leyes. Los suizos no disfrutaron de vacaciones hasta 1964 mientras que en Francia, por ejemplo, existen desde 1936. En 1984 el descanso pagado se amplió a cuatro semanas y desde entonces nada ha cambiado.
Además de las polémicas vacaciones, los suizos también darán su veredicto en las urnas sobre otros tres temas socioeconómicos, como son una norma para regular el precio de los libros, el establecimiento de un límite en la construcción de residencias secundarias y un nuevo reglamento para regular los juegos de azar. Aunque de todos, el que menos seduce a los votantes es el del indeseado descanso.
fuente:http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/11/internacional/1331424862.html
Este domingo los ciudadanos votan una iniciativa que propone ampliar las vacaciones legales pagadas, aunque, según los sondeos, la mayoría se pronunciará en contra de la medida sugerida por el sindicato Travail Suisse. Según una encuesta de RTS realizada esta semana, sólo un 30% es partidario de la ampliación del descanso.
La negativa no esconde un gesto de solidaridad con los vecinos europeos sometidos a ajustes y reformas laborales no deseadas, sino más bien el miedo a acabar como ellos. Por un lado, las empresas creen que esas “vacaciones que impiden trabajar en paz”, como las define el diario LeTemps, podrían perjudicar la competitividad del país al aumentar el coste del trabajo.
Por su parte los ciudadanos temen que la iniciativa haga subir el paro, aunque lo cierto es que Suiza es uno de los países con la tasa de desempleo más baja de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Con sólo un 4,2% de su población activa desocupada, el estado roza el pleno empleo. Es el argumento que alegan en su defensa los promotores de la iniciativa, que creen además que la medida ayudará a reducir el estrés que ya afecta a un tercio de los trabajadores.
Trabajar mucho, descansar poco
Suiza es uno de los países con menos días de vacaciones y donde, sin embargo, más se trabaja. Sus ciudadanos se pasan una media de 45 horas semanales en la oficina, por encima de las 41 horas de los alemanes o las 38 de media de los franceses.De hecho, la productividad en el país ha aumentado un 20% entre 1992 y 2007, según datos de los sindicatos del país, que consideran que ya es hora de que los empleados sean compensados por su esfuerzo.
Los detractores de la propuesta alegan que el país disfruta ya de facto de 4,8 semanas de vacaciones entre los activos de entre 20 y 49 años, mientras que para los mayores de 50 el descanso es de 5,5 semanas. “En el país de la prosperidad industrial, sus ciudadanos tienen miedo, pues creen que esta felicidad tiene un precio”, señala el periódico 'Le Matin'.
Hace medio siglo que Ginebra inscribió el descanso pagado en sus leyes. Los suizos no disfrutaron de vacaciones hasta 1964 mientras que en Francia, por ejemplo, existen desde 1936. En 1984 el descanso pagado se amplió a cuatro semanas y desde entonces nada ha cambiado.
Además de las polémicas vacaciones, los suizos también darán su veredicto en las urnas sobre otros tres temas socioeconómicos, como son una norma para regular el precio de los libros, el establecimiento de un límite en la construcción de residencias secundarias y un nuevo reglamento para regular los juegos de azar. Aunque de todos, el que menos seduce a los votantes es el del indeseado descanso.
fuente:http://www.elmundo.es/elmundo/2012/03/11/internacional/1331424862.html
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