Rajoy no se ve tan mal
Rajoy, el pasado miércoles, en la sesión de control al Gobierno. | Bernardo Díaz
Pronto se cumplirá un año del primer incumplimiento de Mariano Rajoy: la subida del IRPF.
Aquello se vivió con angustia dentro del PP. Una angustia que ha
desaparecido en el momento del último y enésimo incumplimiento: la no revalorización de las pensiones. El ejercicio del poder ha hecho callo en Mariano Rajoy. Ha incumplido tantos compromisos que uno más tampoco tiene importancia.
Además, los españoles ya se han acostumbrado a esta forma de hacer
política. El Gobierno insiste hasta el último minuto en que hará lo que
no va a hacer, aunque nadie le cree porque todo el mundo sabe que no lo
va a hacer. Ha pasado tantas veces en el último año que no sorprende a
nadie. Este es el triste juego de la política hoy en día. El Gobierno y
nosotros empezamos a verlo de una manera terriblemente natural.
Sabemos que Rajoy hace lo que no le queda más remedio que hacer, lo que dicta la UE y el FMI. Pero el presidente y sus ministros intentan edulcorarnos la realidad como si no supiéramos de qué va la cosa. Lo sabemos bien después de cuatro años. No es necesario que nos cuenten más películas. Rajoy situó la revalorización de las pensiones como su última frontera y la ha traspasado. Lo ha hecho sin demasiado sentimiento de culpa porque las urnas no le han castigado, por mucho que la calle esté hirviendo.
El PP ganó las elecciones gallegas con mayoría absoluta y en las catalanas logró el mejor resultado de la historia y un escaño más. Los recortes, los ajustes, los incumplimientos, los desahucios, la falta de crédito, la imparable subida del paro, los médicos y los jueces en la calle, la pobreza que avanza imparable hacia las clases medias… Nada de esto le ha pasado factura al PP en las urnas. Desde este punto de vista, Mariano Rajoy puede decirse a sí mismo que tampoco está tan mal. El PSOE, por ejempo, está mucho peor.
Sabemos que Rajoy hace lo que no le queda más remedio que hacer, lo que dicta la UE y el FMI. Pero el presidente y sus ministros intentan edulcorarnos la realidad como si no supiéramos de qué va la cosa. Lo sabemos bien después de cuatro años. No es necesario que nos cuenten más películas. Rajoy situó la revalorización de las pensiones como su última frontera y la ha traspasado. Lo ha hecho sin demasiado sentimiento de culpa porque las urnas no le han castigado, por mucho que la calle esté hirviendo.
El PP ganó las elecciones gallegas con mayoría absoluta y en las catalanas logró el mejor resultado de la historia y un escaño más. Los recortes, los ajustes, los incumplimientos, los desahucios, la falta de crédito, la imparable subida del paro, los médicos y los jueces en la calle, la pobreza que avanza imparable hacia las clases medias… Nada de esto le ha pasado factura al PP en las urnas. Desde este punto de vista, Mariano Rajoy puede decirse a sí mismo que tampoco está tan mal. El PSOE, por ejempo, está mucho peor.
- COMENTARIOS DE LA NOTICIA
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Ya viene la guerra. Poco a poco.
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- MIS CHORRADAS DE INDIGNADO
LOS MAS QUE PROBABLES PENSAMIENTOS DE RAJOY
LA OPINIÓN DE UN INDIGNADO
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FUENTE:http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/01/opinion/1354399679.html
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