domingo, 29 de septiembre de 2013

' RAJOY YA NACIO MINTIENDO ' COLUMNA DE JOSE LUIS GONZALEZ QUIROS ( LA GACETA)


Mentiras indemostrables
José Luis González Quirós
  • Lo importante no es si Rajoy miente, sino si la gente le cree, y la cosa no pinta nada bien
    La mayor parte de la gente se sorprendería de que se pueda mentir diciendo la verdad, pero resulta que lo que califica al mentiroso es la intención de engañar, y muy bien puede alguien tratar de engatusarnos diciendo cosas verdaderas. Si partimos de esta base es difícil admitir que exista un político que no sea un poco mentiroso: no llegaría muy lejos, es de temer. Además de que suela presentarse como muy conveniente para los propios intereses, la posibilidad de mentir se apoya en el hecho de que la mentira puede llegar a ser perfecta, primero porque mucha gente no se entera nunca de nada, pero también porque cada vez es más difícil comprobar cualquier cosa, o sea que pasa lo que Rajoy le ha dicho a Bloomberg, que hay ciertas afirmaciones que son completamente indemostrables, aunque lo malo es que pueden ser harto verdaderas.
    A Rajoy le están acusando de haber mentido, y no estaría mal si eso pudiere significar un propósito de enmienda colectivo en políticos de bando y bancada que son auténticos especialistas. Sin embargo, no me parece que el empacho de virtud contra la mentira de Rajoy oculte otra cosa que un ataque a Rajoy, aprovechando que es lo que gusta, pero hay que reconocer que el presidente lo pone relativamente fácil porque experimenta ataques de sinceridad que ponen de los nervios a su abundante equipo de expertos, siempre partidarios de un tono gris marengo, o delicadamente pardo, en las comparecencias del líder. Y claro un tipo que es sincero diciendo que hay cosas indemostrables o que no se puede hacer nada, da la sensación de que está cierto de saber cosas que nadie más va a poder asegurar o de hacer cosas que nadie sabrá nunca que se han hecho.
    En esto, Rajoy, más que gallego parece inglés, un tipo dado a las paradojas, y eso siempre resulta mosqueante en un presidente de Gobierno. No crean que exagero: cuando todo el mundo habla de que estamos a punto de salir, a Rajoy se le escapa una distinción entre final de la recesión y final de la crisis que deja a los optimistas a los pies de los caballos y, en este caso, es seguro que no mentía porque decía una verdad como un castillo, algo que saben todos los economistas y que pretenden disimular todos los políticos que tienen interés en que creamos que ya estamos llegando a Pénjamo, ya brillan sus lindas cúpulas... como en la canción de Rubén Méndez que cantaba Pedro Infante.
    Lo importante no es si Rajoy miente, sino si la gente le cree, y la cosa no pinta nada bien para su estrella. Él ha dicho que es un especialista en ir contra corriente, o algo así, pero su mala fama dice lo contrario, que le gusta flotar sobre las aguas, deslizarse por lo fácil, pero ahora puede que no se de cuenta de que al final de esta pendiente lo único que hay es un despeñadero, y que no vale con engañarse.

    fuente: http://www.intereconomia.com/columna/mentiras-indemostrables

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